Transcripción:
El Hallazgo, de Max Ramos, se interna en los terrenos de la edición
Afianza red de librerías pasión por la bibliofilia
El fervor literario
y los títulos raros impulsan la creación de un nuevo sello
FRANCISCO MORALES V.
La bibliofilia es una condición que no conoce límites y que, con el tiempo, tiende a expandirse incontrolablemente hacia cualquier asunto que tenga que ver con un libro, desde su hechura hasta que llega a las manos del lector.
Prueba de ello es el nacimiento de Ediciones Hallazgo, un nuevo sello surgido en el corazón de una red de librerías de viejo, ideado por cuatro amigos que fundaron un taller literario en una de ellas "Queríamos que la editorial reflejara el amor a los libros que tenemos los cuatro.
Todo nuestro plan de publicaciones está basado en la difusión de la bibliofilia, de la librería anticuaria, de textos relacionados con ello", anuncia Luis Alberto Rodríguez, escritor editor.
La entrevista con tres de los fundadores se lleva cabo en la Librería Jorge Cuesta, en la Colonia Juárez, uno de los entrañables templos bibliófilos fundados por Max Ramos en la Ciudad de México.
La nueva editorial comparte nombre con la Librería El Hallazgo, la primera que abrió, y que luego fue seguida por la Cuesta, la Niña Oscura, Papelitas, Bajos Pensamientos, La Mula Sabia y El Burro Culto.
Fue en esta última donde Salvador Calva Carrasco, René Rueda y el propio Rodríguez, establecieron el taller literario que se convertiría en el germen de un nuevo empeño editorial colectivo.
"Le pusimos Ediciones Hallazgo porque la librería que fundamos primero fue El Hallazgo, que va cumplir 26 años, y ahí fue donde conocimos a muchos de ese primer grupo que se daba cita en el taller de El Burro Culto, que estaba a tres cuadras de la otra", cuenta, por su parte, Ramos, el cuarto emprendedor.
Es un tributo a esa librería, que es la más vieja que manejamos y que, además, ha producido otras seis librerías, esa pequeña librería", celebra.
Aunque ya habían tenido experiencias editoriales previas, como la creación del libro colectivo Bibliópolas (UAM, 2016), fue hasta 2024 cuando la editorial se puso en marcha, cuando Calva Carrasco ganó el Certamen Nacional de Poesía organizado por la Universidad
Autónoma de Campeche.
"Creo que ésa fue la oportunidad perfecta. Max estuvo encantado de financiar una publicación y pues quisimos que fuera algo ya establecido, que no fuera sólo la ocasión del festejo por el libro, sino que se convirtiera en algo importante", apunta Rodríguez.
Es así como el poemario ganador de Calva Carrasco, El relámpago y la luciérnaga, se convirtió en el primer título de la nueva editorial Hallazgo.
Para Ramos, el hecho de comenzar una aventura editorial con un libro de poesía, hecho en las entrañas del grupo de librerías a contracorriente de los designios del mercado, es una forma de declarar los principios del nuevo sello.
"Creo que empezar con un libro de poesía le puede dar carácter a una editorial, que de repente va a irse también por otros asuntos", reflexiona.
"La idea es empezar también a producir otros libros que estén encaminados, sí, hacia la literatura, el ensayo, la novela, el cuento, pero que estén intercalados con la parte de la bibliofilia, de toda la historia de las librerías, la historia de los libreros e incluso algunos aspectos de cómo se lee, los comportamientos del lector", explica.
Ediciones Hallazgo ya cuenta con un plan editorial de seis títulos que irán anunciándose sobre la marcha, y que incluye la novela El liasesino de Barcelona, de Ramón Miquel Planas.
"El que continúe con este catálogo bibliófilo, pues también tiene su tinte, su guiño, un poco un humorístico, pero también un poco siniestro", plantea Rodriguez.
Para Ramos, este salto a la edición es, más bien, una forma de complejizar la labor que lleva desempeñando durante casi tres décadas.
"Para mí, hace más com pleto mi trabajo como librero", aquilata.
A fin de cuentas, el nacimiento de esta nueva editorial celebra la facultad que tiene una librería para producir camaradería unión a través de la bibliofilia.
"Debo decir que, en cierta medida, toda nuestra actividad literaria, tanto la de René
Rueda, la de Luis Albertoy la mía, pues ha girado en torno a Max sus librerías", señala, por su parte, Calva Carrasco.
"Quien lo conoce sabe del interés que regularmente muestra por lo que se está haciendo, por lo que lo que escribe", agrega quien se ha convertido en el autor inaugural de esta nueva aventura.
Luis Alberto Rodríguez, editor; Salvador Calva Carrasco, poeta, Max Ramos, librero, tres de los creadores de esta iniciativa.