Resumen:
De manera contundente y ante la presunta negligencia de las autoridades correspondientes, la abogada Amarande Riojas Orozco, quien fue víctima de violencia sexual, señaló que sus presuntos agresores, Javier Lozano Ponzanelli, hijo del exsecretario de Trabajo federal, Javier Lozano Alarcón, y Gabriel Castañeda Gómez Mont están siendo protegidos por el Poder Judicial, luego de presentarse una serie de irregularidades con el juez asignado, que también ha sido señalado como agresor sexual.
Transcripción:
De manera contundente y ante la presunta negligencia de las autoridades correspondientes, la abogada Amarande Riojas Orozco, quien fue víctima de violencia sexual, señaló que sus presuntos agresores, Javier Lozano Ponzanelli, hijo del exsecretario de Trabajo federal, Javier Lozano Alarcón, y Gabriel Castañeda Gómez Mont están siendo protegidos por el Poder Judicial, luego de presentarse una serie de irregularidades con el juez asignado, que también ha sido señalado como agresor sexual.
Sobre este tema, la agredida denunció que en la audiencia previa el juez Agustín Rodríguez Beiza "había dicho que desde su perspectiva no había ejercicio de la acción penal" contra los presuntos agresores.
"Es un juez que ha sido acusado de abuso sexual, es un juez que es misógino, es un juez que ya en una audiencia previa de forma había dicho que desde su perspectiva no había ejercicio de la acción penal, sin conocer siquiera los argumentos de mi abogado", detalló a través de algunas fuentes.
"Pasamos esa etapa y después nos vuelven a poner a ese mismo juez, al juez Beiza, para la vinculación a proceso, ese mismo día, antes de que nosotros nos recusaramos de este juez, no llega la defensa de Javier (Lozano Ponzanelli), no se presenta, y el juez en vez de dictaminar acorde, decide diferir la audiencia sin más, sin ningún tipo de sanción", añadió.
Ante la actitud asumida por el juez, la abogada consideró que su actitud tiene que ver con que muchos de los grandes despachos que hay en México mantienen estrecha relación con los jueces, y estas relaciones no permiten que se pueda ejercer un proceso imparcial, pues terminan protegiendo a los agresores.
Incluso, recordó que al momento en que ella denunció penalmente haber sido víctima de violación, fue despedida del despacho en el que trabajaba.
"Yo decido denunciar, en ese momento estaba trabajando en un despacho, presenté mi denuncia y al día siguiente me corrieron del despacho", recordó la abogada Riojas.
"Te empiezas a dar cuenta de que sí, estos grandes despachos ya tienen controlado muchísimo el tema del procedimiento, mínimo hasta la investigación inicial", añadió.
"Cuando me toca este juez, digo 'no puede ser', no puede ser que el Poder Judicial tenga en sus filas para resolver casos de violencia sexual a una persona que ya fue acusada por un delito de esa índole, es imposible creerlo (...) son cosas ilógicas que no puedes entender", expresó.
De igual manera, la demandante advirtió que "Es impresionante que tú vayas por la vida creyendo que tenemos jueces justos en México, seguramente los hay, pero en mi experiencia personal, este que me tocó al menos a mí, sí va en contra de todo, de toda la lógica común, al Poder Judicial yo le hago un llamado".
También recordó y aseguró que en la Fiscalía se topó con muchos actos de corrupción luego de que decidió denunciar el delito del que fue víctima.
"Yo sufrí mucho con la Fiscalía, yo denuncié terribles actos de corrupción desde el día 1 de mi procedimiento, casi hasta los últimos días (...) las fiscalías evidentemente están así llenas de corrupción, completamente, tenemos una corrupción terrible, que la fomentan estos grandes despachos, que llegan con dinero y se lo dan a los ministerios públicos, que llegan con sus influencias y su poder y controlan todas las investigaciones iniciales", sostuvo.
Al ser cuestionada sobre la razón por la que tardó en denunciar la agresión sexual que había sufrido, en diciembre de 2006, la abogada explicó que ella aún no ejercía y que, además, sus agresores ostentaban más poder del que actualmente tiene.
Y vale recordar que en ese entonces Javier Lozano, padre de Javier Lozano Ponzanelli, era funcionario federal en el gabinete del entonces presidente Felipe Calderón.
"Yo todavía no era abogada, estas personas tenían demasiado poder, justamente, Javier, su papá, estaba en una situación de poder absoluto, en el cual yo pensé que no me iba a titular, yo pensé que me iban mandar a matar.
Y cuestionó: "Porque la acción fue terrible, porque el cinismo con el que a mi me llevan a un cuarto y me lastiman, y me violentan sexualmente delante de tantas personas, que hoy en día van a testificar a favor de ellos, porque es una red, porque es una red de protección de 'vamos a proteger a la gente que comete ciertos delitos, porque somos poderosos, somos intocables", finalizó.