Capital Político // Busca Morena sacudirse al PVEM


Resumen:

Busca Morena sacudirse al PVEM

Transcripción:

Busca Morena sacudirse al PVEM

Sus rémoras en Donceles le han salido muy caras a la hora de aprobar cada iniciativa.

La diputada Valentina Batres estuvo a punto de meter un golazo a sus aliados del PT y del Partido Verde cuando el martes intentó pasar una reserva escondida en un dictamen para definir cuántos votos se necesitan para tener mayoría calificada en el Congreso de la CDMX.

La ley señala que, para cualquier modificación constitucional, se requieren las dos terceras partes de los integrantes del Legislativo, que, en el caso de la capital, son 44 de 66 escaños.

En diversas ocasiones, los diputados han debatido que, para dictaminar una iniciativa de este tipo, basta la tercera parte de los legisladores presentes y no de los que integran el Congreso. En este caso, el oficialismo saldría beneficiado, pues contaría con votos de sobra.

Para tratar de unificar criterios, la coordinadora de Morena en Donceles, Xóchitl Bravo, presentó una iniciativa que establezca con claridad el número de votos necesarios en Comisiones para reformar la Constitución de la CDMX y sus leyes secundarias.

La legisladora necesitaba juntar un mínimo de 44 votos—que, en teoría, los tiene—para que su propuesta pasara, pero, ante la ausencia de los coordinadores del PVEM, Jesús Sesma, y del PT, Ernesto Villarreal, entre otros, solo llegaron a 41.

A pesar de ello, la Mesa Directiva intentó hacer chanchullo para dar por buena la votación, lo cual ocasionó la toma de la tribuna por parte de la oposición, provocando que la sesión se reprogramara; Morena confiaba en que para la siguiente completarían los votos.

El asunto es que, en el ínter, se descubrió que, en la iniciativa impulsada por Bravo, su compañera Batres había escondido una reserva para facultar a las comisiones legislativas aprobar sus dictámenes por mayoría simple; es decir, con la mitad más uno.

En teoría, eso beneficiaría a la 4T, pero ni petistas ni verdes habían reparado en que, de aprobarse la reserva de su compañera, Morena ya no necesitaría de ellos, pues con los puros diputados guindas bastaba para adueñarse del Congreso sin la necesidad de aliados.

Lo que buscaba Morena era sacudirse a sus rémoras en Donceles, que le han salido muy caras a la hora de aprobar cada iniciativa. Está claro que eso es lo que menos conviene a los dos partidos aliados, pues sus votos dejarían de ser indispensables, contrario a estos momentos.

Las cosas entre el oficialismo y sus aliados, especialmente el PVEM, no van bien desde hace tiempo en la CDMX, y la reciente operación de sus senadores para frenar la iniciativa presidencial de acabar con el nepotismo a partir de 2027 terminó por fracturar la relación.

Ahora también las cosas le costarán un poco más a Clarita Brugada, pues a su secretario de Gobierno, César Arnulfo Cravioto, se le ha ido todo de las manos por su falta de pericia para operar con los aliados y con la oposición.

De momento, está claro que los radicales de Morena buscan sacudirse a sus rémoras; mal augurio.

CENTAVITOS

Todo el mundo creía que la llegada de la exdiputada morenista Donaji Olvera a la Dirección de Comunicación Social del Congreso era una nueva jugada de la presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila, con quien, en la legislatura donde coincidieron, hicieron buenos negocios. Pero son muchos los que dicen que Martha Soledad y la conocida, por los rumbos de Xochimilco, como Lady Etiqueta Roja no acabaron en muy buenos términos y, contra todo lo que se pudiera pensar, ahora cada quien jala por su lado, lo que representa otra piedra más en el costal morenista.

Las cosas entre el oficialismo y sus aliados, especialmente el PVEM, no van bien desde hace tiempo

Adrián Rueda