Transcripción:
EMPRESA AFIRMA QUE ES VIABLE; ECOLOGISTAS, QUE NO
Cuarto muelle en Cozumel provoca polémica pública
Posturas. La compañía asegura monitorear la costa; ambientalistas temen por los arrecifes de la zona
La construcción del cuarto muelle de cruceros en Cozumel, Quintana Roo, volvió a encender el debate público.
Personal de la firma mexicano-francesa Cimesa, contratada por SSA Marine México y Muelles del Caribe, afirma que el proyecto reúne los requisitos y supondrá un impacto "mínimo".
Sin embargo, colectivos ciudadanos y grupos conservacionistas sostienen que la obra amenaza al arrecife Villablanca y uno de los últimos accesos públicos al mar.
De acuerdo con información obtenida por este diario, ingenieros de Cimesa, empresa certificada como socialmente responsable y especializada en tecnologías del suelo, realizaron estudios que concluyen que en la franja costera de Villablanca "no existen arrecifes naturales salvo pequeñas formaciones a lo largo de dos kilómetros," entre el muelle SSA y el de transbordadores.
Su propuesta contempla clavar pilotes prefabricados en el lecho rocoso, sin vaciado de cemento, para reducir la huella ecológica.
El diseño incluye una pasarela de 300 metros y un área de atraque de 400 metros, dentro de una concesión federal por 30 años.
Además, la empresa asegura contar con un programa de monitoreo de línea de costa y múltiples planes de manejo ambiental que, según ellos, mantendrían estables los sedimentos y limitarían la afectación marina.
Con estos argumentos, los técnicos estiman que las obras podrían arrancar y concluir en dos años.
CONTRASTAN VISIONES
La visión empresarial contrasta con la de organizaciones como el grupo Isla Cozumel, que desde 2022 litiga un amparo (62/2022) contra el proyecto y que obtuvo una suspensión definitiva en abril de 2023.
Ambientalistas reiniciaron protestas el mes pasado, tras un fallo judicial que desechó una solicitud de un recurso legal interpuesto por Luis Huesca Alcántara. Desde 2021, afirman que esto allana el camino para que continúen los trabajos.
Temen que el muelle, un club de playa privado denominado Cabo Mantarraya, y la ampliación del atracadero SSA comprometan el arrecife Villablanca, del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, vital para buzos, guías turísticos y pobladores.
MIA EN SUSPENSO
Desde 2022, la empresa cuenta con una concesión para el aprovechamiento de bienes del dominio público otorgada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
En diciembre de 2021, la Secretaría de Medio Ambiente aprobó una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), bajo condicionantes que obligan a la empresa a presentar un plan de manejo ambiental de la zona que impactará la obra.
Además, la aplicación de medidas de prevención, mitigación y compensación ambiental.
Sin embargo, el pasado 7 de mayo, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que la obra carece aún de autorización formal: "Cualquier avance dependerá de contar con una MIA vigente y de satisfacer requisitos legales adicionales".
Los promotores sostienen que el muelle atraerá embarcaciones de nueva generación, de hasta 360 metros de eslora y más de 230 mil toneladas, cuyos pasajeros tienen mayor poder adquisitivo.
Según Cruise Lines International Association, el Caribe concentra el 44.5 por ciento del mercado global.
"Es un proyecto, pero todo proyecto tiene que tener su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA); todavía no hay ninguna autorización formal (muelle)."
CLAUDIASHEINBAUM PARDO
Presidenta de la República, el 7 de mayo pasado
300 metros de pasarela contempla el proyecto del embarcadero en el destino turístico.
30 años de concesión federal tendría atracadero si se concreta.