Duda Razonable //El problema no es El Mayo


Resumen:

"El problema no es Zambada, sino lo que desata su captura".

Transcripción:

"El problema no es Zambada, sino lo que desata su captura".

El problema no es El Mayo.

Ismael "El Mayo" Zambada pasará el resto de sus días en una prisión estadounidense. No tiene mucho para dónde hacerse. Si es cierto lo que escriben sus abogados en la carta que envió al gobierno de México, no quiere la pena de muerte. Tampoco está el horno para bollos en la relación bilateral y no veo cómo el gobierno de México podría justificar el inicio de un procedimiento para que Zambada sea regresado a México por la manera en que se lo llevaron a Estados Unidos y terminó en manos de las autoridades de aquel país.

Si lo que ha escrito y dicho desde que está en prisión es cierto —aunque, como con todo criminal, habría que dudarlo—, es más probable que Zambada termine haciendo una negociación, permitida en la ley estadounidense, donde se declare culpable de algunos de los delitos que se le imputan, tantos como para asegurar que pase el resto de sus años en prisión, y tal vez negociar una prisión menos punitiva que, por ejemplo, la que está El Chapo. Sí, puede ser que los fiscales le pidan también que les dé información de redes de protección política y detalles de sus operaciones criminales, pero esto, en un acuerdo de declaración de culpabilidad, es para iniciar nuevas investigaciones y, por lo mismo, no son públicas.

Se lo dijo ayer a Ioan Grillo, uno de los mejores reporteros de estos temas, el abogado de Zambada: "Mayo no busca convertirse en un colaborador o informante, pero está dispuesto a llegar a un acuerdo en el que admitiría su culpabilidad a cambio de que se retire la pena de muerte".

Esta cierta fascinación que tenemos por los "capos", y después el juicio contra García Luna, han creado una expectativa que, honestamente, yo no sé de dónde sale, de que Zambada o cualquier otro líder va a contar muchas cosas que destruirán a políticos. Entre otras cosas, más allá de su captura, el negocio de Zambada, y, por tanto, de familia, cercanos y amigos sigue ahí. Si nos seguimos centrando en el escándalo de qué va a decir, seguirá.

No. El problema no es El Mayo, sino lo que toda captura de un líder trae consigo, y más si es a manos de otro grupo criminal.

La bronca es hoy visible y mortal en Sinaloa, pero el poder de ambos grupos hará que esa bronca se extienda territorialmente y que otros enormes grupos criminales busquen apoderarse de lo que deje el perdedor de aquella batalla. Lo que diga El Mayo en Estados Unidos es le para nuestra tragedia cotidiana.

CARLOS PUIG