Transcripción:
UN BUEN ACUERDO DE CRUCEROS, AUNQUE...
La buena noticia apareció en el Diario Oficial de la Federación, sin mucho ruido: la Secretaría de Turismo Federal, a cargo de Josefina Rodríguez Zamora, llegó a un acuerdo con las navieras de cruceros que, conforme a lo publicado el martes pasado, aplica de forma reducida y con aumento progresivo el Derecho de No Residente (DNR) a los pasajeros extranjeros, estableciendo un esquema funcional que busca mantener las costas nacionales como las más populares para ese tipo de viajes e integrar cadenas de valor en servicios y productos.
Sin embargo, existe suspicacia por parte de los empresarios del sector que, como ya hemos visto, pueden cambiar sus rutas de una temporada a otra sin necesidad de llegar a las costas mexicanas. Ciertamente, el nuevo acuerdo representa una mejora sustancial respecto a la propuesta original que aniquilaba la competitividad en ese segmento al pretender aplicar, de la noche a la mañana, 42 dólares por cada pasajero, conforme a lo votado por la mayoría del partido oficial en la Ley de Ingresos 2025.
Como es sabido, el nuevo acuerdo aplicará de manera escalonada ese cobro, empezando en 5 dólares este año, luego 10 dólares en 2026, subiendo a 15 dólares en 2027 y a 20 dólares de 2028 a 2030. Sin embargo, pese a ser una reducción sustancial de lo originalmente buscado por el gobierno federal, aún no ha logrado amarrar la confianza de las empresas globales de viajes de recreo en barco porque, conforme a las mediciones de costos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, que encabeza Charles "Bud" Darr, el costo de arribo en México está entre 20% y 40% más alto que en otros puertos de la región, además de contar con poca infraestructura portuaria especializada, particularmente en el litoral del Pacífico.
De hecho, se estipula que de no cumplir las navieras con una lista de seis compromisos, inmediatamente subirá a 21 dólares, tal y como se le comunicó a Michele M. Paige, quien encabeza la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe.
Los compromisos son: 1) Colaborar con las líneas de cruceros miembro en la retención y pago del DNR al gobierno federal; 2) Incrementar, en la medida de lo posible, el suministro de productos mexicanos que se utilizan a bordo de los barcos; 3) Ampliar la promoción del destino México; 4) Posicionar, en la medida de lo posible, la artesanía, textiles y arte mexicanos durante las travesías y en los espacios portuarios, así como promover la adquisición de productos bajo el programa Hecho en México de la Secretaría de Economía, a cargo de Marcelo Ebrard; 5) Participar en ferias de reclutamiento y establecer alianzas con instituciones educativas para capacitar y, en su caso, contratar un mayor número de marinos mexicanos calificados; 6) Coadyuvar en todo lo relativo a la información estadística y estudios, derivado de la actividad turística que ejecutan.
El plan tiene, así, un corte propositivo para fortalecer las cadenas de valor en derredor de los puertos. Aún así, el costo y la falta de infraestructura moderna pueden hacer que las navieras opten por países con mejores costos e infraestructura.
Ojalá que funcione el plan.
VISA, autogol reputacional. El inesperado corte de VISA a las transacciones internacionales de CIBanco, de Jorge Rodrigo Rangel, dejó más de una ceja levantada en el sector, pues esta restricción llegó sin aviso, y menos dentro del plazo de 21 días que marcó el Tesoro estadounidense tras la acusación de lavado de dinero contra ese banco, así como contra Vector e Intercam.
Vaya, el cortón de VISA, que dirige Ryan McInerney, se da en la recta final de su plan para controlar a PROSA, la cámara de compensación clave en México que coordina 10 mil millones de transacciones al año y representa más de la mitad de los pagos con tarjetas del país. Una postura tan conservadora de VISA no compagina con su sueño de manejar la columna vertebral del sistema de pagos nacional; dejó de prestar su servicio a CIBanco, ya bajo intervención oficial que garantiza la seguridad transaccional, sin coordinación previa con las instituciones y autoridades financieras. ¿Esa será la "forma VISA" de operar cuando tenga aún más control del sistema de pagos nacional si compra la cámara de compensación, a cargo de Salvador Espinosa? Sí, está para asustar.
Así, mientras en los pasillos del sector exploran qué tan mala imagen puede generar este episodio, se cuestiona seriamente si esa misma rigidez se replicará una vez que VISA cierre su adquisición de PROSA. Vaya, porque si este fue apenas un anticipo de su proceder, podría haber más sobresaltos en puerta.
Consejo de la Comunicación estrena presidente. Ya entrados en gastos, hoy el Consejo de la Comunicación realiza su cambio de presidencia.
Llega a la silla grande el presidente de la lechera Alpura, Armando Paredes Arroyo, quien suplirá en el cargo al director general de Grupo Posadas, José Carlos Azcárraga, quien deja el control tras dos años de gestión.
El Consejo, bajo el mandato de Azcárraga, destacó por sus esfuerzos de comunicar a la sociedad la trascendencia de la labor empresarial. Con mensajes contundentes y las empresas como las principales generadoras de empleo en México, y con un compromiso inquebrantable con el desarrollo del país, Azcárraga dejó huella en la cúpula empresarial.
En los últimos dos años se lanzaron más de 20 campañas de comunicación, alcanzando a 72 millones de personas. Por cierto, con la llegada de Paredes Arroyo, el Consejo de la Comunicación se compromete a seguir trabajando como agente de cambio para un mejor México.
Así sea.
MAURICIO FLORES