Resumen:
En una sede alterna y bajo custodia de la policía de la Ciudad de México, la mayoría de Morena y aliados en la Cámara de Diputados se alistaba anoche para aprobar en lo general la reforma al Poder Judicial que, entre otros aspectos, prevé la elección de jueces y magistrados por voto popular, así como la reducción de la Corte de 11 a 9 integrantes.
Transcripción:
En una sede alterna y bajo custodia de la policía de la Ciudad de México, la mayoría de Morena y aliados en la Cámara de Diputados se alistaba anoche para aprobar en lo general la reforma al Poder Judicial que, entre otros aspectos, prevé la elección de jueces y magistrados por voto popular, así como la reducción de la Corte de 11 a 9 integrantes.
En tanto, las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado se instalaron ayer en previsión de que, en las siguientes horas, se aprobara la reforma en la Cámara de Diputados y citaron para hoy a sus integrantes a fin de recibir e iniciar ipso facto la dictaminación de la minuta.
Trabajadores de juzgados y tribunales federales bloquearon desde las 4 de la mañana los accesos al Palacio de San Lázaro para impedir la discusión de la minuta, por lo que el coordinador de la bancada morenista, Ricardo Monreal, anticipó la intención de celebrar la sesión en un recinto alterno.
Ante esto, las fracciones legislativas de la 4T eligieron el Salón de Armas de la Magdalena Mixhuca como sede alterna.
Por acuerdo de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, la sesión fue citada a las 4 de la tarde, con la determinación de agotar la discusión en lo general y en lo particular.
No obstante, el grupo parlamentario del PAN impugnó la celebración de la sesión, por lo que a su juicio representa un desacato a dos suspensiones de jueces de distrito para frenar la discusión.
La Mesa Directiva, presidida por el morenista Sergio Gutiérrez Luna, en ausencia de Ifigenia Martínez, desestimó los recursos y procedió a desahogar el orden del día.
Diputados del PRI y MC presentaron entonces sendas mociones suspensivas para detener la discusión, pero el pleno desechó por mayoría esos recursos.
Al fijar la posición inicial de Morena, Monreal sostuvo que la reforma no es fruto de capricho ni de revancha o del dogmatismo político, y aseguró que el nuevo sistema de justicia mexicano será un ejemplo en el mundo.
"El pueblo está harto de la dictadura del birrete y la toga, de la crítica, de la corrupción, del nepotismo, del tráfico de influencias, del conflicto de intereses en el Poder Judicial, por eso respalda la reforma; no vamos a titubear", dijo.
Por el PAN, el diputado Germán Martínez cuestionó la reforma constitucional y sostuvo que solo debilita a la futura presidenta, Claudia Sheinbaum.
"No merecen tocar la Constitución de esta manera (...) no lo merece la futura presidenta, que esto solo la debilita (...) Un pelotón de fusilamiento nunca pasa a la historia; ustedes preparen, apunten, se van a disparar al pie", advirtió.
El pleno de la Cámara de Diputados enlistó 610 reservas presentadas por legisladores de los diversos grupos parlamentarios para su discusión en lo particular durante la madrugada del miércoles.
Mientras, Claudia Sheinbaum rechazó que la reforma afecte las relaciones comerciales o a las inversiones privadas.
"Demos significa 'pueblo'. Este sustantivo, junto con krátos, que puede traducirse como 'poder', componen el nombre de la democracia: el poder del pueblo. Abraham Lincoln lo definió así: 'la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo'.
"La reforma no afecta nuestras relaciones comerciales ni las inversiones privadas", publicó en X.
En tanto, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) condenó los actos de violencia durante protestas relacionadas con la reforma en las que se agredió a trabajadores del Poder Judicial y sociedad civil en las inmediaciones de la Cámara de Diputados.
"El CJF rechaza categóricamente cualquier acto de violencia (...) esa no es la solución en la búsqueda de una justicia imparcial e independiente", señaló.
Por su parte, el embajador de EE. UU. en México, Ken Salazar, insistió en los riesgos de la reforma.
"Si no se hace bien puede traer muchísimo daño. No lo digo nada más como embajador, sino por todas las preocupaciones que me están llegando de gente que quiere lo mejor para México y EE. UU.", dijo.