Transcripción:
Facultades UNAM Vindictas en LA FIL DE LA UNAM, EN DECLIVE POR FRANCISCO MENDOZA NAVA Politicas sociales y económicas para reducir la pobreza America Latina
DISMINUYE NÚMERO DE VISITANTES. Hace años que las largas filas en las taquillas por parte de estudiantes, turistas, lectores empedernidos y curiosos que esperaban hasta 20 minutos para comprar su boleto de ingreso ya no se ven en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería de la UNAM. Ahora, en la edición 46, la imagen de pasillos vacíos es constante, además de que editoriales emblemáticas han dejado de participar por los altos costos de renta y las bajas ventas que apenas, según participantes, les permiten recuperar lo invertido. Foto: FRANCISCO MENDOZA NAVA Pág. 7
Baja afluencia en la FIL del Palacio de Minería de la UNAM
POR DÉCADAS FUE la más relevante de la Ciudad de México; sin embargo hoy no recuperan lo del espacio rentado
FRANCISCO MENDOZA NAVA
ilas enormes en las taquillas por parte de estudiantes, turistas, lectores empedernidos y curiosos que esperaban hasta 20 minutos para comprar su boleto de ingreso. Pasillos atiborrados en doble fila por donde no se podía pasar y asientos llenos en las salas de descanso, mientras decenas de fans de los locutores de W Radio se postraban frente a la cabina para ver e interactuar con ellos cuando otros se formaban para entrar a alguna conferencia. Así era la Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería de la Universidad Nacional Autónoma de MéxiCO (UNAM) hace casi tres lustros, pero de eso queda poco.
Aunque variaba según la hora, la presencia de las personas era una constante en los pasillos del Palacio de Minería para la FIL, pero a mitad de la década de los 20s del siglo XXI, esa no es la imagen que proyecta. La feria ha perdido algunas de las editoriales que más atraían a lectores con sus best sellers u ofrecían descuentos, como el Fondo de Cultura Económica (FCE) y Editorial Planeta En un primer recorrido, hecho el viernes 28 de febrero entre las 6:45 p.m y las 8:30 p.m., se pudo observar que los stands que presentaban más visitas eran los del patio central de la sede de la feria, es decir, los de Océano, Siglo XXI y Penguin Random House. No obstante, los de la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto PolitécniCO Nacional (IPN), Porrúa y Universidad
Iberoamericana estaban casi vacíos, pese a ser viernes de quincena.
El segundo recorrido se hizo este sábado 1 de marzo de 12:30 p.m. a 5:30 p.m., viéndose solo una larga fila para comprar boletos durante 20 minutos, que iba de la Librería UNAM a Eje Central; tras la 1:00 p.m., esta volvió a ser de entre 5 o 6 que apenas llegaban a la calle Condesa. Al interior, la dinámica encontrada fue parecida a la del día anterior, pues las firmas mencionadas eran las que concentraban la mayor cantidad de clientes, mientras que el resto de stands parecían semi vacíos O había pocas personas que muchas veces optaron por no desembolsar su dinero en alguno de los productos ofrecidos. Pese al aumento sustancial de personas, caminar con facilidad fue una característica en cada uno de los puntos visitados, a diferencia de los cada vez más añejos recuerdos de este evento.
Pero esto no es mera percepción. Los datos de la FIL del Palacio de Minería, recopilados por varios medios de comunicación, a partir de declaraciones de autoridades del evento o a través de boletines y redes sociales propias, muestran una caída importante en las visitas. durante los últimos 15 años. Las palabras iniciales de este texto eran una descripción de la edición de 2011, año en el cual hubo 152 mil 348 asistentes y subió a 153 mil 345 en 2012.
Su máxima cifra de los últimos años la habría logrado en 2014, cuando llegó a los 156 mil visitantes para su XXXV edición y a partir de ahí tuvo sus primeros signos de declive. Un año después, Fernando Macotela Vargas, director del evento, declaró para El Economista que un día antes de que terminara se calculaba ya que habría un descenso del 5% de las visitas respecto al año anterior, pudiendo llegar a 149 mil asistentes en esa ocasión.
Aunque repuntó en 2016 llegando a 152 mil 129, volvieron los síntomas de decaimiento en la que hasta entonces era concebida por muchos como la "mayor fiesta del libro" de la capital del país.
Los stands que presentaron más visitas fueron Oceano Siglo XXI. Especial