Transcripción:
Con una deuda creciente y producción en picada, Pemex hunde las finanzas nacionales sin que la 4T actúe.
No pagará
Seguramente vieron, amables lectores, dos pertinentes notas relacionadas con PEMEX que en sí cada una resultaría alarmante, pero qué sumadas alcanzan proporciones fatales.
Por un lado, la CMIC alerta de que PEMEX le debe a proveedores y constructores, algo así como SIETE MIL millones de peSOS. Por supuesto que el monopolio paraestatal tiene más de un año -en algunos casos dos- de NO PAGAR a proveedores, algunos analistas estiman la deuda a éstos en un total mayor a los 100 mil millones de pesos.
¿Y por qué no paga PEMEX? No paga porque no tiene, está quebrada, la 4T la empinó más de lo que ya estaba, lo cual es mucho decir.
Al mismo tiempo que nos enteramos de este adeudo con UN solo sector proveedor, la AIE (Agencia Internacional de Energía) estima que México será el país con la MAYOR CAÍDA en producción petrolera del MUNDO para el 2030. Estima la Agencia que para ese año PEMEX producirá un 34.5 por ciento menos petróleo que el que produjo en el 2024, incluyendo condensados.
La conclusión resulta obvia: si PEMEX no puede pagar a sus proveedores al actual nivel de producción, menos lo podrá hacer con los reducidos niveles hacia los que se enfila.
En la mitad del 2025 -según la AIE- PEMEX ya produce un estimado de 160 mil barriles MENOS que en el mismo periodo hace un año. O sea que el panorama de PEMEX luce más negro que el poco crudo que produce.
Debemos tomar en cuenta que durante los sexenios anterior y actual PEMEX ha recibido inyecciones directas de dinero por parte del Gobierno federal, ello además de que le han sido condonados impuestos y ni así genera utilidades! PEMEX es pura pérdida, de ahí que NO PAGUE ni pueda pagar, es insolvente, lo cual equivale a una quiebra no declarada. Siendo esto evidente asombra -y genera pánico- la inacción de la 4T: ven la catástrofe asomarse y ni se inmutan.
No cambian de rumbo, persisten en dejar fuera al sector privado, nacional y extranjero, y están ahí cruzados de brazos esperando a que se dé "el milagro". Pudiera ser -para ellos- que se dispare el precio del petróleo, una escasez mundial o alguna otra disrupción mayor: puede que pase algo o puede que no.
Lejos de aportarle bienestar al País, PEMEX se ha convertido en un ANCLA al cuello que deben arrastrar nuestras finanzas públicas. El daño, las QUIEBRAS que ocasionará el impago a proveedores por parte de PEMEX generará más desempleo y un menor crecimiento económico.
Centros de población importantes, como Ciudad del Carmen, se tornarán en pueblos fantasma, ya que sus sectores comercial e industrial dependen de los servicios que le prestan al monopolio paraestatal que, al no pagar, quiebra a todo un sector y al mismo tiempo a toda una comunidad.
Salta a la vista que este problema de mayúsculas proporciones no puede seguirse ignorando, no es uno que se solucione SOLITO, y aun con ayuda y metiéndole "coco" luce difícil, pues requiere soluciones AUDACES y tajantes. Mismas que la 4T en su actual y anterior versión no ha mostrado inclinación alguna por realizar.
Miran este grave problema con prismas ideológicos, creyendo que el Gobierno posee la capacidad para solucionar algo insolucionable mientras no cambien el "chip" que traen metido en la masa cerebral.
Por lo pronto, les cuesta mucho reconocer que el Gobierno -cualquier Gobierno- NO ES LA SOLUCIÓN, sino EL PROBLEMA.
Legendaria es la ineficiencia gubernamental, a tal grado que el prestigiado economista Milton Friedman famosamente afirmó que si el Gobierno administrara el Sahara se acabaría la arena.
Y es que en las grandes burocracias, como la mexicana, tiende a haber despilfarro, enormes ineficiencias, y esto suponiendo -que no es el caso de México- que se conduzca con absoluta honestidad.
De no dar un golpe de timón, le tocará a la actual Administración cuatroteísta ser la enterradora de PEMEX, morirá este monopolio en brazos de la Sra. Sheinbaum y sus colaboradores, incluyendo la Secretaria de Energía, que en lugar de abrir la paraestatal quebrada a la INVERSIÓN, la CIERRA con la notoria excepción del Ing. Carlos Slim, quien compró algunas concesiones a extranjeros que ya no querían saber nada de PEMEX-, con todo y eso, lo de PEMEX se ha convertido en una muerte anunciada.
MANUEL J. JÁUREGUI