Transcripción:
Cuando María de Jesús Patricio Martínez era niña no tenía mucho tiempo para imaginar cómo sería en su adultez, el trabajo en el campo y en la casa era su única realidad, y aunque éste era mucho, no lo era la comida que había para ella y sus 10 hermanos. Por eso, lo que sí imaginaba de su vida adulta, era en ganar dinero para poder comprarse su comida favorita. Fue el Concejo Indígena de Gobierno, representante de 52 pueblos originarios, el cual designó a Marichuy como su vocera, al no poder registrar a todo un grupo, con la intención de visibilizar que los problemas en las comunidades indígenas no sólo no han desaparecido, sino que se han agudizado. "Me parecía que iba a ser algo muy difícil de llevar, que me decían a mí, pero que a lo mejor terminaba siendo otra persona la vocera, cuando vi que era algo más serio, dije 'pues a continuar', es un cargo, una responsabilidad que le dan a uno y vamos a llevar ese mensaje a donde sea necesario", cuenta la médica tradicional sobre la labor que empezó el 14 de octubre de 2017 al arrancar su recorrido por los cinco caracoles zapatistas, donde recibió el apoyo de indígenas mayas, tzotziles, choles, zoques, tzeltales y mames. El caso de Marichuy también es inédito en los estigmas a vencer: ser mujer, indígena y diversos señalamientos sobre que no podría gobernar y, para eso, sólo queda "aguantar" contra "una estructura machista que se ha diseñado sobre la idea de que las mujeres no tenemos esa capacidad para gobernar" y contra la consideración de "que los pueblos indígenas son de segunda o tercera." NO BUSCAMOS LA SILLA PRESIDENCIAL Desde el principio lo dije, esto no era para ocupar la silla presidencial, sino para visibilizar lo que está pasando en esos pueblos." María de Jesús Patricio. Marichuy habla en tercera persona, porque habla en nombre de los 52 pueblos originarios que integran el Congreso al que representa que, dice, están siendo despojados de su tierra, agua, su forma de organización, su vestido, su lengua, sus riquezas. "Esta propuesta es justo para visibilizar a los pueblos, que se vea que ahí están, no se han ido. Generar un llamado a que debemos organizarnos desde abajo, pueblos indígenas y no indígenas, porque sólo así vamos a poder dar ese cambio, el cambio no va a venir desde arriba, eso está claro, porque vemos que cada 6 años es lo mismo". María de Jesús sabe que posiblemente no alcance el apoyo ciudadano que requiere para lograr la candidatura independiente a la presidencia del país, sin embargo, también sabe que el proyecto que representa no se sumaría a otro proyecto, candidato o partido. Hasta el 5 de enero, último corte del INE, María de Jesús sumaba 125 mil 996 firmas de las más de 800 mil que necesita para llegar a ser candidata independiente a la presidencia de la República. "No tenemos pensado aliarnos con nadie, porque ellos llegan al poder y se convierten en parte de este grupo que dice qué se hace en este país. Nosotros, de no completar las firmas y no poder aparecer en una boleta electoral, pues no vamos a dejar de seguir trabajando abajo, en las comunidades, en las ciudades, para seguir construyendo esa autonomía que se requiere. Nosotros no le vemos por otro lado." Para la indígena nahua, sólo la gente organizada puede lograr el cambios, porque, de esa manera, "vamos a poder ser muchos, cuando seamos todos, a fuerza tenemos que obligar a los que están arriba a que tiene que obedecer a esos que están abajo", explica María de Jesús y, cuando lo dice, un brillo le llega a los ojos. Consideramos que los partidos le han servido solamente al poder para que siga despojando, imponiendo y reprimiendo." María de Jesús Patricio. LA AUTONOMÍA COMO RESPUESTA Cuando en 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional irrumpió con el levantamiento armado en Chiapas, sacudió al país, hizo que se volteara a ver a las comunidades indígenas y que éstas se fortalecieran, se unieran. Los zapatistas son, en ese sentido, los hermanos mayores - considera Marichuy--, quienes vieron en la organización y la autonomía su forma de lucha, y es en la búsqueda de la construcción de "distintas autonomía en cada pueblo, barrio, colonia" y en la defensa de la tierra en las que el Congreso Nacional Indígena apuesta como forma de gobierno. Consideramos que el daño que se le está haciendo al agua, a los árboles, a la tierra, a la organización propia, la explotación de los trabajadores, todo está afectando a esta tierra y esta tierra si no la cuidamos, se va a acabar y nosotros junto con ella." María de Jesús Patricio. Los grupos de trabajo sobre los que se articula la propuesta del Congreso Nacional Indígena son: tierra y territorio; justicia; autonomía; jóvenes; mujeres; personas con capacidades diferentes; trabajo y explotación; y diversidad sexual.