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Pemex: que sí pagan...
Con 12,628 contratos registrados como proveedores de Pemex, que dirige Víctor Rodríguez, es muy probable que la ausencia de regularización de pagos esté lastrando el crecimiento económico en el país. Oficialmente, Pemex debía a marzo pasado alrededor de 115 mil millones de pesos, de los cuales 77 mil millones eran adeudos de 2024 y 38 mil millones del primer trimestre del año reconocidos como “facturados”, cifras que no ven el problema de fondo que encierra el Programa de Codificación de Pagos y Descuentos (Copade), diseñado por el exdirector de Administración de Pemex, Marcos Herrerías y sostenido hasta ahora.
Este es una especie de prefiltro que le dice a un proveedor, después de prestado y entregado el servicio, qué puedes facturar y qué no, lo que hace que la cifra negra o no pagada a proveedores de Pemex se haya convertido en el problema más importante para regularizar el pago a proveedores. ¿Cuánto se debe realmente?
Extraoficialmente se reconoce que a las obligaciones facturadas no superan 15% del total de las obligaciones reales y, ante la falta de transparencia e información, el dato especulado prevalece sobre el dato cierto.
El fin de semana, por ejemplo, Cmapas, el operador de agua potable de Salamanca, dejó de entregar agua cruda (no tratada) por falta de acuerdo en el convenio 2025, luego de que el organismo les informó de un incremento cercano a la inflación del año pasado (entre 3 y 4%) y la decisión de medir el agua que entregan afuera de la refinería para que en Pemex no les hagan cuentas alegres. ¡Ése es el nivel de desconfianza y se repite en todo el país!
La Presidenta tomó el tema en la mañanera del 19 de junio e indicó que Pemex había pagado 147 mil millones de pesos y que, entre la secretaria de Energía, Luz Elena González, y el secretario de Hacienda, Edgar Amador, estaban trabajando para resolver el problema.
El Consejo de Administración de Pemex aprobó el mecanismo, pero es más de lo mismo y la respuesta a los señalamientos de la Amespac, que encabeza Rafael Espino, es muy endeble. El mecanismo consiste en un credit default swap, factoraje disfrazado, que obliga a las empresas a aceptar un descuento por la factura que toman los bancos. Para las empresas medianas y chicas es jaque y muchas veces mate, y para las grandes corporaciones, como Halliburton, Shell, Baker Hugues, Eni México, Hokchi Energy y Fieldwood Energy E&P Mexic, que tienen contratos en otras partes del mundo, las facturas descontadas con el modelito dejan de deudor a Pemex y mantienen como pasivo la factura por pagar de Pemex y, dado su mala calificación de riesgo corporativo, les impacta en el fondeo para aguantar la regularización financiera de Pemex.
La Presidenta dijo una verdad a medias: se pagaron 147 mil millones, pero olvidó decir que no se regularizó el pago a proveedores y no hay mesas de diálogo con ellos. Los asociados de la Amespac llegaron al desplegado porque tienen adeudos facturados por 45 mil millones de pesos, han recibido pagos por 30 mil millones, no en efectivo sino con factoraje, que lleva 25% de descuento, y sume a estos adeudos otros 55 mil millones que los Copades no les “han permitido facturar”. Ésa es la cifra real y muy negra.
Mire, entre enero y marzo, una decena de grandes proveedores suspendieron sus contratos y les pagaron para regularizar el servicio y las entregas regulares, y si las áreas operativas y Juan Carlos Carpio, director Corporativo de Finanzas de Pemex, no se reune con ellos para definir cuándo se restablece el flujo de pago para la operación en contratos suspendidos (de 57 equipos en perforación hay 29, lo que revela el tamaño del ajuste), no se solucionará de fondo la problemática y Pemex vivirá ahora en el vilo del chantaje.
No quieren más Copades, compadres y “desmadres”. Las empresas perciben que al director general de Pemex lo tienen “aislado”, pues tras la renuncia de Nestor Martínez en Pemex Exploración y Producción y la llegada de Ángel Cid, el que estaba con Octavio Romero, y situaciones similares en otras áreas de la empresa o estratégicas del sistema petrolero, se tiene la certeza de que los amigos de Romero y de Nahle han ido recontrolando las áreas clave de la operación y negociación de los contratos petroleros. ¿Será?
ALICIA SALGADO