Contra la sequía, plantean racionar agua en la CDMX


Resumen:

El racionamiento de agua debe ser la medida con la que la Ciudad de México enfrente la escasez del líquido, causada tanto por temporadas de sequía como por la sobreexplotación de pozos, consideran especialistas.

Transcripción:

El racionamiento de agua debe ser la medida con la que la Ciudad de México enfrente la escasez del líquido, causada tanto por temporadas de sequía como por la sobreexplotación de pozos, consideran especialistas.

Delia Montero, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, planteó limitar el consumo a 150 litros diarios por persona, equivalentes a nueve cubetas, para ahorrar y distribuir mejor el agua.

Como comparativo, una ducha de cinco minutos con regadera economizada implica el gasto de 50 litros, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua.

“No es necesariamente que les cierren la llave, si no es civilizar a las personas sobre la importancia de un consumo razonable, particularmente a los que más consumen”, expresó la especialista.

Además, en lugar de poner restricciones, las autoridades han dado facilidades para construir más desarro llos inmobiliarios y complejos comerciales, agregó.

56 POR CIENTO de los hogares capitalinos cuenta con servicio continuo de agua potable, pero esta tasa bajaría a 28% en 2030.

La sequía y escasez de agua potable que padece la Ciudad de México requiere restricciones en el uso del líquido, sin embargo, no existe política pública por parte del Sistema de Aguas (Sacmex) ni del gobierno capitalino en ese sentido; ni siquiera alguna reglamentación preventiva, alertó Delia Montero, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) e integrante de la Red AgUAM.

Restricciones en sentido de limitar el consumo de todos a 150 litros diarios, que es el consumo confort con el fin de procurar ahorrar y distribuir mejor el agua. No es necesariamente que les cierren la llave, si no es civilizar a las personas sobre la importancia de un consumo razonable, particularmente a los que más consumen”, expresó.

De acuerdo con la especialista, 150 litros son la dotación mínima suficiente en la CDMX para consumo e higiene, equivalente a unas nueve cubetas.

En su artículo ¿Sequía en la Ciudad de México?, el cual está incluido en el libro Sequía en México publicado por la UAM, Montero ofrece datos que indican que, en lugar de poner restricciones, el Sacmex ha dado las facilidades para construir más desarrollos inmobiliarios y complejos comerciales.

En los últimos años, agrega, el Sacmex otorgó cuatro mil 872 dictámenes hídricos positivos de factibilidad para construcción contra 212 negativos; es decir, que nueve de cada 10 proyectos obtuvieron el aval de factibilidad.

Los resultados muestran que en estas evaluaciones no necesariamente hacen una valoración hídrica y cómo la construcción afectará al resto de los vecinos, pero aún peor, cómo afectará a la ciudad en su conjunto. Desde luego, esto obedece a arreglos institucionales poco claros y transparentes”, indicó la especialista de la UAM.


Actualmente, sólo 56% de los hogares capitalinos tiene servicio continuo de agua potable, pero, debido a la sobreexplotación del acuífero y la sequía, para 2030 dicho porcentaje disminuirá a 28%, estimó la investigadora.

SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS POZOS
Montero establece que la Ciudad de México atraviesa por una sequía extrema o, incluso, una sequía excepcional, de acuerdo con la clasificación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

En la capital del país la principal fuente de abastecimiento de agua proviene de los pozos, que constituyen 58% del suministro total, mientras que las fuentes externas como los sistemas Lerma y Cutzamala proveen 42% restante.

Los 976 pozos de donde se extrae el agua están sobreexplotados, lo que se refleja en el continuo abatimiento del nivel freático, deterioro de la calidad del agua y presencia de hundimientos diferenciales.

De acuerdo con estos datos y con la clasificación del Monitor de la Sequía de la Conagua, la Ciudad de México se encuentra en los niveles de sequía extrema y sequía excepcional, con la salvedad de que no se vislumbran pérdidas agrícolas debido a que el uso del suelo es prácticamente urbano, sostiene en su análisis.

De acuerdo con los datos anteriores, debería haber restricciones en el uso del agua, pero, hasta hoy, no existe ninguna política pública por parte del Sacmex ni del Gobierno local en ese sentido, ni siquiera alguna reglamentación de forma preventiva”, manifestó Montero.