Ricos y Poderosos // Guerra a comida chatarra en escuelas, ¿tendrá éxito?


Resumen:

Guerra a la comida chatarra en escuelas, ¿tendrá éxito?

Transcripción:

Guerra a la comida chatarra en escuelas, ¿tendrá éxito?

Viene la guerra más cruda que se ha registrado en México contra la "comida chatarra".

Implícitamente, es una guerra entre el gobierno mexicano y las empresas multinacionales que fabrican y venden esos productos.

Es parte de la herencia que dejó el gobierno anterior al de Claudia Sheinbaum.

Dejó esta "bomba de tiempo" seis días antes de que terminara su administración.

Es una batalla que tendrán que librar los secretarios de Educación, Mario Delgado, y de Salud, David Kershenobich.

Veremos cómo ejecutan el acuerdo que establece los lineamientos generales que norman la preparación, distribución y expendio de los alimentos y bebidas preparados, procesados y a granel en las escuelas.

Los alimentos chatarra predominan en el ámbito escolar desde hace mucho tiempo y, en los últimos años, desde el gobierno se ha intentado regular, pero sin mayor éxito.

Han fallado desde la instalación de bebederos de agua hasta la correcta aplicación de los cuantiosos recursos que cobra el gobierno en impuestos por el consumo de tales productos.

La industria de los alimentos ultraprocesados en México es muy poderosa.

México se ha colocado en el top five de los países de mayor consumo de alimentos ultraprocesados.

La industria que produce estos alimentos es fuente de cuantiosas inversiones y generadora de miles de empleos.

La afectación a su negocio repercutirá en la economía y muy probablemente el perfil prohibicionista podría derivar en distorsiones en el mercado.

La intención del acuerdo publicado es prohibir la venta y publicidad de estos productos en todas las escuelas de México.

No sólo estaría proscrita la comida ultraprocesada.

También quedarían fuera de las escuelas alimentos de la comida mexicana tradicional como los chilaquiles, quesadillas, tacos, postres caseros y otros alimentos.

A partir de que entren en vigor las nuevas medidas, las escuelas tendrán seis meses para ceñirse a los ordenamientos.

El gobierno federal prohibirá la venta y publicidad de alimentos y bebidas con azúcar, sal, alto contenido calórico o con grasa en las escuelas del país, de todos los niveles, que incluyen preescolar, primarias, secundarias, preparatorias, institutos tecnológicos y universidades.

El pasado 30 de septiembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo mediante el cual se establecen los Lineamientos Generales a los que deberán sujetarse la preparación, la distribución y el expendio de los alimentos y bebidas preparados, procesados y a granel, así como el fomento de estilos de vida saludables en alimentación dentro de toda escuela del Sistema Educativo Nacional.

Por su parte, la Alianza por la Salud Alimentaria, integrada por más de 20 organizaciones de la sociedad civil, aplaudió la publicación del acuerdo.

Considera que representa un logro a favor del bienestar de niñas, niños y adolescentes.

Y aporta algunos datos en torno al costo que representa el consumo de comida chatarra, que deriva en un abanico muy amplio de enfermedades.

A la fecha, en el país, 1 de cada 4 niñas, niños y adolescentes viven con sobrepeso y obesidad.

Tan solo la atención para la obesidad infantil supone un costo de 650 mil millones de pesos anuales que deben ser cubiertos por el Estado, refiere la organización.

En el libro titulado "Alimentarnos con Dudas Disfrazadas de Ciencia: Nutriendo Conflictos de Interés en México", escrito por Martha Elena García y Guillermo Bermúdez, señalan que la mala alimentación (aquella que sustituye a la saludable por ultraprocesados) es la mayor causante de muertes.

Anotan que se estiman en 11 millones de muertes cada año (22% de los fallecimientos en adultos), cifra que subestima todos los desenlaces que causa la alteración de la dieta por bebidas y alimentos ultraprocesados altos en sodio, azúcar, grasas saturadas y de muy bajo valor nutricional.

Destacan que se registra una epidemia de malnutrición, por el abandono de alimentos saludables, y la expansión de la obesidad y la diabetes.

Correlacionan el aumento de la obesidad y la diabetes con el creciente consumo de bebidas y alimentos ultraprocesados.

Lo cierto es que se trata de un problema complejo. Se registra a nivel mundial, no solo en México. La intención del acuerdo tiene un objetivo positivo: reducir la incidencia de las epidemias de obesidad y diabetes.

Sin embargo, llevar a cabo medidas tan drásticas como las que plantea genera dudas tanto en su implementación como en la capacidad real de supervisión. Veremos qué resulta de esta política de gobierno, cuyos efectos son múltiples.