Duda Razonable // Los priistas distraídos y tardíos


Resumen:

Nada más riesgoso que predecir el fin del Partido Revolucionario Institucional. Lo hemos visto, algunos lo han anunciado hace lustros. En 2000 cuando perdieron por primera vez la Presidencia, en 2006 cuando ni siquiera figuraron en la competencia o ahora que están en el peor momento de su historia.

Transcripción:

Nada más riesgoso que predecir el fin del Partido Revolucionario Institucional. Lo hemos visto, algunos lo han anunciado hace lustros. En 2000 cuando perdieron por primera vez la Presidencia, en 2006 cuando ni siquiera figuraron en la competencia o ahora que están en el peor momento de su historia.

¿Qué pasará con el partido? Vaya usted a saber.

Pero el lugar que hoy ocupa el tricolor en las preferencias políticas de los mexicanos es producto de muchas cosas en las, por tanto, muchos tienen responsabilidad.

Leo los nombres de los que firman desplegados y dan entrevistas y escriben en tuiter quejándose de lo que Alejandro Moreno, Alito, ha hecho con el partido y no dejo de pensar dónde estaban en los últimos años.

El partido no iba a sobrevivir solo. Pero ellos, acostumbrados a que hacer política significaba solo poder, en la medida que el peñanietismo acabó con eso gracias a su corrupción e inutilidad, y se comenzaron a perder elecciones, estados, puestos en las cámaras; en la misma medida salieron corriendo todos estos priistas que se decían de sangre y se dedicaron a otras cosas: que la consultoría, que el negocio, que el influyentísimo.

En 2000 y 2006 mantuvieron poder, y no poco, tanto que combinado con los líos panistas, volvieron a llegar a la presidencia en 2012. Y eso, se sabe, fue un absoluto desastre. 

En 2017, Manlio Fabio Beltrones le dijo a El País: “Si algo le puede hacer daño al PRI es desdoblarse hacia la derecha, como le sucedió al PRD, que con sus alianzas electorales con sus opuestos se diluyó y fortaleció otra opción, Morena. El PRI está obligado históricamente a desdoblarse hacia la izquierda, como un partido progresista, no un grupo conservador. De ahí la importancia de la postulación de un candidato. Si el candidato que resuelva el PRI es de carácter conservador, no laico y gira a la derecha, el PRI perderá su esencia”. El PRI nominó a Meade. No mucho más que decir ahí. Pero si preguntar: ¿Qué hizo Beltrones? ¿Qué hicieron tantos que hoy se quejan de Alito, ese feliz campechano que no le importa vivir con las sobras? ¿Negocios? Supongo. ¿Otros partidos? Pues algunos.

No, los partidos no se salvan solos. A varios de los hoy indignados les valió un poco madre el tricolor que tanto dicen querer.

Tal vez si hay algo que salvar, deberían de asumir la responsabilidad que si hoy el PRI es Alito y los suyos y así de pequeño, pues algo tuvieron que ver todos.