Desigualdad y Educación // Visión integral del agua


Resumen:

Pablo Trejo Pérez Pablo Trejo Pérez@hotmail.com.

Transcripción:

Pablo Trejo Pérez Pablo Trejo Pérez@hotmail.com

sta semana, el Congreso de la Ciudad de México ha hecho dos exhortos en relación con el agua.

El primero de ellos tiene que ver con el río de los Remedios, que desde 2003 ha sido considerado vertedero, donde se desechan todo tipo de residuos, y al quedarse sin agua se convierte en un canal por donde fluyen aguas residuales que pueden provocar en la población dolores de cabeza, insomnio, náuseas, vómitos y problemas respiratorios. Es comprensible que, dada esta situación, las comunidades aledañas a su cauce han señalado la necesidad urgente de abordar problemas como la conducción inadecuada de aguas pluviales y las conexiones irregulares a drenajes sanitarios que desembocan en el río. Así, le solicitamos a la Comisión Nacional del Agua intensificar las acciones de saneamiento, limpieza de cauces y retiro de basura en el río de los Remedios, a fin de prevenir inundaciones y garantizar la funcionalidad de la infraestructura hidráulica.

El segundo exhorto fue a las 16 alcaldías para que destinen recursos a la limpieza del drenaje, alcantarillado y barrancas para evitar inundaciones en esta temporada de lluvias. El exhorto parte de la necesidad de mantener limpio el sistema de drenaje para evitar problemas de infraestructura y salud pública, dada la cantidad de lluvia y descarga de aguas residuales que se concentra en la capital.

Según datos que presentó la diputada Judith Venegas, de enero a mayo de 2025, en la Ciudad de México se registraron 99.4 milímetros de lluvia, de los cuales más de 60 % cayeron sólo en mayo. Aunado a ello, las lluvias atípicas del 2 de junio -donde se registraron 70 milímetros de lluvia- genera ron 76 encharcamientos en el territorio de

la capital.

Afinemos pues la mirada. Estos dos exhortos nos hablan de una mala gestión del agua en la ciudad. Los problemas que aquejan a las cuencas y cuerpos de agua (superficiales y subterráneos) en el territorio de la ciudad son complicados, por lo que se requiere del diseño complejo de atención para revertir la contaminación, sobreexplotación, desecación y desaparición de ríos, lagos, lagunas, presas, humedales.

Partamos del sentido común: la ciudad entubó los ríos y al hacerlo no dispuso de buenos sistemas de filtración. La naturale

za es, por lo general, bastante necia y nos indica que allí donde se inundan las avenidas y las calles había entronques por donde se nutrían los cauces de los ríos y el propio lago sobre el que fundaron la ciudad los antiguos mexicanos. Despreciar la geografía hídrica llevaba su costo: mejores sistemas de drenaje. Y también algo de cultura cívica y memoria histórica.

La gestión del agua plantea al Estado un gran reto. En materia de agua y saneamiento el artículo 115 constitucional establece que son los gobiernos locales quienes tienen a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes: agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos. Por lo tanto, es necesario reconocer que resolver un conjunto de dilemas en la gestión del agua es indispensable la visión conjunta, puesto que la propia geografía nos enseña que los cuerpos de agua no respetan los límites territoriales. Entonces, parece importante entender que si queremos una visión integral de la gestión del agua, debemos abrazar la sostenibilidad. Es decir: 1. Debemos abordar el problema de la restauración de los cuerpos de agua contaminados, como el río de los Remedios, y sobreexplotados.

2. Establecer no sólo el cumplimiento del derecho humano al agua, sino también al saneamiento de la misma. Ello nos debe llevar a hablar de responsabilidad en su manejo. Está bien exhortar a las alcaldías a que cuiden el drenaje, pero por qué nunca castigamos a quienes la contaminan o a quienes dejan que su basura se la lleve el agua.

3. Evidentemente, como señalaba el exhorto a la Conagua por el Río de los Remedios, también debemos abordar el asunto de las afectaciones a la salud pública por el agua.

4. La Ley de Participación Ciudadana tiene mecanismos para enfrentar el problema de la falta de coordinación y participación de las y los vecinos.

Desde esta perspectiva, las respuestas técnicas de ingeniería son necesarias, pero no únicas ni suficientes para resolver los problemas de contaminación y sobreexplotación. En este sentido, se tiene que tomar en cuenta a los actores no estatales, sus conocimientos y capacidades sobre los territorios específicos y las fuentes de agua.

En la ciudad, muchas veces no recordamos lo que decía el gran Jacques Cousteau: "olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo".