Activo Empresarial // Sheinbaum no le compra la versión a Iberdrola... o hay otros problemas


Resumen:

Sheinbaum no le compra la versión a Iberdrola

Transcripción:

Sheinbaum no le compra la versión a Iberdrola

La Presidenta recordó la figura de autoabasto para generar electricidad y luego venderla, pero a otros privados.

Iberdrola lo sabe hacer. Deslizó, a través del periódico especializado El Confidencial, que en México no podía continuar operando por falta de Estado de derecho y ponía a la venta sus 15 plantas de energía renovable, a un precio de alrededor de 4,700 millones de dólares (4 mil millones de euros). Incluso hasta dio a conocer la contratación de Barclays para encargarse de la venta.

SHEINBAUM LE RECORDÓ EL AUTOABASTO
Sin embargo, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum no dio acuse de recibo al escándalo de la salida de Iberdrola. Más bien, recordó el problema de Iberdrola al haber aprovechado la figura de autoabasto para generar electricidad y luego venderla, pero a otros privados, haciendo un negocio indebido.

El autoabasto, recordó Sheinbaum, era para consumo propio. Y, si hay excedente, se debe vender a la Comisión Federal de Electricidad. Pero, en lugar de ello, relató la Presidenta, la gigante energética española utilizaba las redes de transmisión de la CFE para vender a privados, haciendo un gran negocio.

En aquel entonces, en el 2022, esta situación generó un debate. Éste se daba en medio de la Ley de la Industria Eléctrica, lanzada por el expresidente López Obrador, donde el despacho eléctrico obligaba a todos a, primero, comprarle a la CFE; después, también a la CFE, y ya hasta en un cuarto o quinto lugar a las energías renovables privadas.

LA MEGAMULTA DE 9 MIL MDP QUE IBERDROLA LIBRÓ
Sin embargo, lo de Iberdrola era otro tema, el del autoabasto. Y, de ahí, el gobierno lanzó a la Comisión Reguladora de Energía, ya totalmente centralizada, y le impuso una megamulta a Iberdrola de 9 mil millones de pesos. Esa megamulta no fue ejecutada. El juez Juan Pablo Gómez Fierro, especialista en competencia, le otorgó a Iberdrola la suspensión definitiva. La multa habría implicado pagar más de 460 millones de dólares de aquel entonces (los 9 mil millones de pesos).

AMLO SÍ SE LA COMPRÓ
Y, de ahí, el expresidente López Obrador tomó una decisión: comprar las plantas de Iberdrola a través del Fonadin (Banobras) y utilizando financiamiento de las afores mediante el fideicomiso Mexico Infrastructure Partners. Este complicado financiamiento fue diseñado, y presumido, por el exsecretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y por quien hoy sigue siendo jefe de la oficina del secretario de Hacienda, Roberto Lazzeri. En aquel entonces, Iberdrola hizo un negocio redondo. Como dirían los conocedores, mato víbora en viernes: vendió sus plantas de ciclo combinado en más de 6 mil millones de dólares. El expresidente López Obrador lo presumió como una “nueva nacionalización de la industria eléctrica”, ya que, con esas 13 plantas, sumadas a la generación de la CFE, se podía alcanzar y hasta superar la meta de 54% de generación eléctrica por parte del Estado.

CON SHEINBAUM… OTRA HISTORIA
Esto es historia. Iberdrola hizo un negociazo. Pero, al parecer, esta vez la presidenta Sheinbaum ya no compró la idea de evitar que se vaya del país. Le recordó su autoabasto. Ahora... también debe reconocerse que las reglas pueden, y deben, mejorarse para el sector privado, en especial para las energías renovables. En este momento, la economía mexicana no está creciendo, pero, si quiere el crecimiento, necesitará más generación eléctrica y la CFE no puede sola.

TRUMP-POWELL, INCÓMODO MOMENTO DE TENSIÓN
Donald Trump se fue con todo contra Jerome Powell o, más bien, contra la remodelación de los dos edificios centenarios de la Fed. Trump le dijo que estaba gastando 3,100 millones de dólares, a lo cual Powell, delante de la prensa, le rechazó con la cabeza. Vino la discusión: Trump dijo, “eso parece”. Powell lo rechazó argumentando que llevaban cinco años en construcción. Lo cierto es que la relación es muy tensa entre Trump y Powell, y todo porque el banquero central, con razón, ha criticado la política arancelaria de Trump al señalar que va a originar aumento en los costos importados, mayor inflación y, por lo tanto, no van a poder bajar las tasas de interés. Trump insistió ayer mismo: las tasas tienen que bajar. ¿Será que el presidente Trump logre la barbaridad de tumbar al presidente de la Reserva Federal?, un pilar autónomo y de estabilidad al cuidar la baja inflación y el empleo. Trump lo está intentando y a los mercados no les gusta.

JOSÉ YUSTE