Resumen:
El empresario Germán Larrea Mota Velasco, dueño de Grupo México, cuenta con los recursos suficientes para pagar la remediación ambiental de los ríos Sonora y Bacanuchi, a 10 años del derrame sobre sus aguas de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y metales pesados de la mina Buenavista del Cobre, pero simplemente no quiere", denunció José Manuel López, integrante de los Comités de la cuenca del rio Sonora.
Transcripción:
El empresario Germán Larrea Mota Velasco, dueño de Grupo México, cuenta con los recursos suficientes para pagar la remediación ambiental de los ríos Sonora y Bacanuchi, a 10 años del derrame sobre sus aguas de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y metales pesados de la mina Buenavista del Cobre, pero simplemente no quiere", denunció José Manuel López, integrante de los Comités de la cuenca del rio Sonora.
Al hablar de la actitud omisa que el empresario ha asumido en este caso, el activista señaló que durante una década, la empresa de Germán Larrea ha hecho caso omiso de todas las acusaciones en su contra y no asumió su responsabilidad por el desastre ambiental que ocasionó.
"Germán Larrea ha hecho caso omiso de todas las acusaciones que se le han hecho por el río Sonora. No es que no sea capaz, tiene la capacidad Grupo México de hacerse responsable y sanear el río, lo que pasa es que no quiere. Este señor no quiere asumir la responsabilidad que le toca con el medioambiente y las 25 mil personas afectadas".
José Manuel López indicó que contrario a lo que dice Grupo México, la realidad es que a 10 años de la contaminación del rio Sonora todo sigue igual, el agua está llena de metales pesados y las personas que viven en los alrededores tienen problemas de salud.
"No se ha cumplido nada de lo que pensaba remediar con el fideicomiso que en el aquel entonces se destinó. Tenemos el hospital, las 36 plantas potabilizadoras, la remediación al medioambiente, reubicar pozos fuera de los márgenes del río que no tuvieran contaminante, el acceso a la salud, si no hay salud no hay nada y todo deriva del agua, si no tenemos agua limpia no vamos a tener salud".
A 10 años del derrame de aguas residuales de la minera Buenavista del Cobre, Grupo México se niega a reparar el daño y restablecer el fideicomiso dedicado a ello, aplicando tácticas dilatorias para evitar cumplir con sus obligaciones.
"Grupo México ha emprendido una estrategia de dilación para el cumplimiento de su responsabilidad ambiental en el río Sonora", afirmó por su parte la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de su titular, María Luisa Albores González, a través de un reporte del caso.
El fideicomiso, que había sido suspendido en 2016 durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, bajo el argumento de que se había logrado el cumplimiento de los Programas de Remediación, fue restablecido por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la que ordenó emitir nuevas determinaciones sobre la remediación y medidas correctivas.
Sin embargo la Semarnat ha denunciado que Grupo México rechaza reiniciar el fideicomiso, y consigue dilatar el proceso "porque su operación requiere la instalación de un comité técnico con representantes de la empresa, quienes han ignorado en diversas ocasiones las invitaciones de la autoridad ambiental para sesionar y reiniciar labores".
"De las 36 plantas potabilizadoras de las que hablaron en aquel entonces de instalar, sólo se instalaron seis, dicen que son 10 pero no, son seis y están funcionando solamente de la San Rafael de Ures", afirmó José Manuel López.
El activista señaló que al igual que las plantas potabilizadoras de aguas, el hospital de especialidades que serviría para atender a las personas afectadas por la contaminación del rio Sonora, también quedó en promesa.
"Le preguntan al presidente sobre los análisis de sangre que nos hicieron a las personas del río Sonora.
El 98 por ciento salimos con metales pesados. El hospital de especialidades para eso era, para atendernos y hasta la fecha no se menea un dedo para atender esa necesidad", finalizó.