México aportó al mundo el maíz; ahora importa 16 millones de toneladas al año


Resumen:

La agricultura mexicana, en

Transcripción:

La agricultura mexicana, en

grave estado deficitario y dejó de recibir apoyo del gobierno; hay rezagos en

productividad financiamiento, capacitación e infraestructura

Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo

Si en un

sexenio gubernamental se deja a la deriva el desarrollo rural así ha ocurrido

en cinco años de esta administración federal se explican las razones por las

cuales México es deficitario en alimentos en más del 50 por ciento. Por lo

cual, ha recibido observaciones de ONU y FAO, para crear condiciones que

permitan avanzar en autosuficiencia alimentaria. El futuro en este tema, es

incierto.

El Día

Nacional del Maíz, creado para honrar a nuestros antepasados por su

inteligencia y capacidad de crear, a partir de un vegetal silvestre, un grano

alimenticio, mismo que se ha convertido en una de las principales fuentes

nutritivas que permiten contar con alimento para miles de millones de personas

en el mundo.

La decisión

gubernamental de destinar recursos económicos insuficientes a los productores

campesinos mexicanos, y darlos a manos llenas para construcción de aeropuertos,

Refinería de Dos Bocas y Tren Maya, determinó que el Presupuesto Anual de

Egresos de la Federación, se pusiera en manos de los viajeros y turistas

extranjeros que, en el mediano y largo plazo, suponen, llegarán a "montones" a

la región de la península de Yucatán.

El gobierno de

Andrés Manuel López Obrador suspendió inversiones para infraestructura de riego

y temporal, canceló programas de investigación agrícola; suspendió esquemas

financieros; favoreció el desvío de recursos para pago de precios de garantía

de las cosechas, y no hay vigilancia rígida en la aplicación de los recursos

fiscales de apoyo. Así, el campo mexicano productor de maíz y frijol, arroz y

trigo, está condenado a caer, de forma endémica, en falta de alimentos,

desnutrición, pobreza extrema y, sin exagerar, en un plazo perentorio, en

hambruna.

Actualmente se

presenta un panorama incierto en el campo mexicano, frente al avance sostenido

en países con similares condiciones socioeconómicas a las nuestras en materia

de desarrollo agrícola, sobre todo en cuanto a productividad y promoción de

esquemas de comercialización.

Existe en esta

administración desprecio por el aspecto científico en el campo y las

herramientas tecnológicas como herbicidas y plaguicidas son satanizadas desde

la cúpula del poder.

Expertos en

estas materias, proponen la formación de alianzas entre instituciones federales

y estatales, que venían ofreciendo servicios institucionales al campo, junto

con los cuerpos docentes de las universidades y escuelas técnicas agronómicas,

con el propósito de inducir a los estudiantes a ir al campo y convivir con los

productores, sobre todo pequeños, sobre la necesidad de aplicar tecnologías

eficientes, nuevas prácticas de fácil comprensión por los productores.

Debe haber

conciencia de que el futuro de la agricultura mundial no es promisorio. Si

consideramos que actualmente existe una población de 7500 millones de

habitantes en el planeta Tierra, se sabe que, aproximadamente, mil millones de

personas, padecen hambre y desnutrición. Esto, de acuerdo con cifras de la

Organización de las Naciones Unidas y de la FAO. La pregunta obligada sobre

este panorama: ¿Qué podemos esperar para el año 2050? ¿O para dentro de 25

años, cuya población mundial se estima en 9500 millones de terrícolas?

Consideramos

que es momento de que, en México, el gobierno retome su responsabilidad de

apoyo al campo. ¡Fuera necedades! El apoyo a los productores rurales es una

responsabilidad primaria que le corresponde. No puede, "por corazonada",

suspender inversiones, créditos, semillas mejoradas, extensionismo, maquinaria,

fertilizantes, comercialización honesta.

En otro orden,

a pesar de que, con frecuencia, se informa sobre efectos del "cambio climático"

mundial, es notable la reducción de lluvia y a "destiempo" para los vegetales,

además de que las luchas por el agua entre zonas urbanas y rurales son una

realidad en nuestros días. Sin embargo, es necesario reflexionar sobre la

urgencia de ampliar áreas de agricultura "controlada"; es decir, de pequeños

invernaderos. Ya es casi imposible dejar pasar el agua de lluvia sin captarla.

El año pasado

y el presente, los registros de lluvia en determinadas regiones del país, han

disminuido de manera notable. Simplemente en los estados donde predomina el

clima semiseco, no llovió lo suficiente, con las consecuentes pérdidas de los

campesinos más pobres. En eso, el señor presidente López Obrador no ha dicho,

tan siquiera, "esta boca es mía".

En condiciones

normales, "el mes de septiembre es el mes más lluvioso de la historia".

Desaparecieron, como por arte de magia, las tormentas tropicales y huracanes en

el Golfo de México. ¿Será porque se construyó la Refinería Dos Bocas y el Tren

Maya? ¡Vaya usted a saber!

Fotografía: Sader