La marea que llegó al zócalo


Resumen:

LA MAREA QUE LLEGÓ ...

Transcripción:

LA MAREA QUE LLEGÓ

AL ZOCAL

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LA MAREA

QUE LLEGÓ EL ZÓCALO

POR PABLO ABUNDIZ @pabundiz21 os semanas antes de las elecciones el Zócalo también se encuentra en disputa. La plaza pública más importante, el corazón político del país, amanece dividida. Frente a la Catedral Metropolitana pantallas, bocinas y un templete anuncian una reunión que ha provocado el amurallamiento de Palacio Nacional; desafiantes ante ambos, unas cuantas tiendas de campaña instaladas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ocupan la mitad de la plancha.

La Marea Rosa busca ocupar el Zócalo, dar muestra de su fuerza llenando una plaza que solo los "grandes" pueden abarrotar; Xóchitl Gálvez, can didata a la presidencia, y Santiago Taboada, aspirante a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, buscan ser los siguientes.

Una hora antes de la cita acordada la gente llega por goteo. La coordinación de color en la vestimenta es impecable. El blanco y el rosa escogidos como bande ra de la defensa del Instituto Nacional Electoral, cuya presidenta ha criticado la movilización, se encuentran en cada persona que ocupa un espacio frente a las pantallas.

La marcha se mueve desde el sur con dirección al asta que parece llamarlos con la bandera que en ella acaban de izar en medio de protestas; sin embargo, la entrada por 20 de noviembre a la Plaza de la Constitución se encuentra bloqueada por el magisterio.

Las barreras que dividen a los maestros caen, los caminantes las derriban como también se abren paso a través de los policías que intentan que los grupos no se enfrenten. La marcha pasa a un Zócalo que se inunda desde el poniente y deja sin atender el espacio más cercano a las barreras de Palacio Nacional; los maestros quedan encerrados en las pocas tiendas con las que pretendían ocupar la mitad del lugar.

La hora de la convocatoria pasa y por el balcón de uno de los edificios con vista a la explanada Xóchitl saluda a quienes están y a los que continúan llegando. La candidata baja, se une a la masa, y camina sola por entre la multitud que la recibe como si las encuestas no la tuvieran en segundo lugar.

Con su huipil del color convenido, Gálvez, navega por la Marea Rosa que se tomó cuatro intentos para inundar el Zócalo y que está vez lo logró.

Arriba del templete se pierde todo velo de imparcialidad, la convocatoria al voto pide decantarse por Gálvez.

Xóchitl habla. Su discurso es contradictorio, por un lado se asume ciudadana pero abraza a los partidos que la postulan, abraza su lugar de origen y se presenta como una renegada sin negar su papel entre los acomodados; pero no importa porque arriba del escenario, con un Zócalo casi lleno y gritando su nombre, se asume ganadora cuando al finalizar el evento ondea la bandera con el himno nacional de fondo.

Lo que comenzó como un llamado al voto para combatir el abstencionismo, se convirtió en un mitin a favor de los candidatos de la alianza Fuerza y Corazón por México. En un Zócalo casi lleno, Gálvez fue arropada por un sector de la sociedad que quiere que sea la próxima presidenta

A pesar de las dificultades por la protesta de la CNTE la Marea Rosa llenó el Zócalo, la SSC calcula al menos 95 mil asistentes