Historias de NegoCEOs // Ángel Cabrera y la CNBV: un campo minado


Resumen:

Ángel Cabrera y la CNBV: un campo minado n la Secretaría de Hacienday Banco de Méxicose celebró con júbilo la decisión del FinCEN de Estados Unidos de extender al 20 de octubre el adesconexióndeC Banco, Intercam Vector Casa de Bolsa, señalados por presunto lavado de dinero y financiamiento al fentanilo.

Transcripción:

Ángel Cabrera y la CNBV: un campo minado

En la Secretaría de Hacienda y el Banco de México se celebró con júbilo la decisión del FinCEN de Estados Unidos de extender al 20 de octubre el plazo para la desconexión de CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa, señalados por presunto lavado de dinero y financiamiento al fentanilo. La llamada de la presidenta Claudia Sheinbaum al secretario de Hacienda, Edgar Amador, para platicar del tema se sintió como un bálsamo y, a su vez, fue la luz verde para concretar un movimiento que se venía cocinando hace meses: el relevo en la presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

A partir del 1 de septiembre, Ángel Cabrera Mendoza asumirá la presidencia del regulador financiero, en sustitución de Jesús de la Fuente Rodríguez. Cabrera llega con el aval de Amador y de Sheinbaum, tras haberse desempeñado como coordinador de Banca y Valores en Hacienda, y con una carrera hecha en las filas hacendarias —en la Procuraduría Fiscal y la Subsecretaría de Egresos—, lo que lo perfila como un técnico-jurídico de bajo perfil mediático.

Cabrera Mendoza fue director de Asuntos Financieros en la Procuraduría Fiscal de la Federación, hasta que Alfredo Navarrete Martínez lo invitó a formar parte de su equipo en Hacienda. Fue así como se ganó la confianza de Edgar Amador.

Cabrera tendrá que enfrentar de inmediato los coletazos del escándalo FinCEN, que orilló a Hacienda y la CNBV a decretar intervenciones gerenciales temporales y a organizar una salida ordenada de los activos fiduciarios.

El verdadero desafío, sin embargo, está en el legado envenenado que deja Jesús de la Fuente, quien estuvo al frente de la CNBV por casi cuatro años, el periodo más largo desde que inició la 4T. En ese lapso se registraron casi 100 cambios en vicepresidencias, direcciones generales y puestos de alta especialización técnica, una rotación que reflejó la inestabilidad al interior de la Comisión y un debilitamiento institucional inédito para un órgano de alta complejidad técnica.

De la Fuente llegó envuelto en dudas sobre su nombramiento, con un currículum inflado que incluyó un cargo inexistente en Banca Cremi, y se va como el funcionario más longevo, pero también el más controvertido: acusaciones de corrupción, un notorio deterioro del sector financiero y señalamientos por acoso laboral y misoginia.

En materia de supervisión, los pendientes son numerosos. Colapsaron las tres sofomes más grandes del país: Crédito Real, Unifin y AlphaCredit, sin que la CNBV actuara de forma preventiva pese a los claros indicios de captación irregular. Lo mismo ocurrió con esquemas tipo piramidal de Alquimia Pay, Yox Holdings, Black Wall Street y Grupo Peak, que operaron a plena luz y terminaron en denuncias de fraude.

El sector popular tampoco escapó. La CNBV permitió que en CAME, una de las Sofipos más grandes, se usaran recursos de ahorradores para prepagar servicios a proveedores por mil 400 millones de pesos, aun estando intervenida.

En la banca tradicional, el saldo tampoco es positivo. Uno de los casos más notables fue el de Autofin. La CNBV permitió que el banco operara más de dos años con capitalización por debajo de norma.

Ángel Cabrera recibe así un campo minado. Tendrá que recomponer la confianza en la supervisión financiera mexicana, reforzar la prevención de lavado de dinero, coordinarse con FinCEN/Tesoro de Estados Unidos para un cierre quirúrgico del expediente Intercam–CIBanco–Vector, y concluir sin sobresaltos las intervenciones y desinversiones en curso. Sobre todo, deberá demostrar que la CNBV puede actuar antes de que los escándalos se conviertan en crisis sistémicas. Porque si algo quedó claro en la era de Jesús de la Fuente es que la omisión regulatoria fue también un sinónimo de corrupción.

Tendrá que recomponer la confianza en la supervisión financiera y reforzar la prevención de lavado de dinero.

MARIO MALDONADO