La Gran Depresión // ¿Guerra o economía? El dilema de Trump


Resumen:

¿Guerra o economía? El dilema de Trump

Transcripción:

¿Guerra o economía? El dilema de Trump

Hace casi una semana, Israel decidió atacar territorio de Irán para destruir la capacidad del régimen de Teherán de alcanzar pronto la capacidad de desarrollar al menos una decena de armas nucleares.

El doble filo de este argumento es, por un lado, la justificación de un gobierno con serios problemas políticos locales para actuar ante tal inminencia, pero, por otro lado, no poder parar la guerra hasta que no haya quedado totalmente anulada la amenaza que describen.

Y eso puede incluir desde la destrucción de los bunkers subterráneos, solo alcanzables con bombas de fabricación estadounidense, hasta la eliminación de todas las figuras del régimen, empezando por el Líder Supremo de la República Islámica de Irán, Ali Jamenei.

Así que todos los caminos de la Caja de Pandora destapada por el Estado judío llevan a un conflicto de difícil resolución.

Israel ha echado su resto con la incursión en Irán, con la justificación misma de su supervivencia, pero Estados Unidos se juega algo más que su capacidad militar en estos momentos en los que los frentes abiertos en materia comercial ya causan estragos económicos.

Trump Always Chickens Out (TACO), dicen del presidente estadounidense en materia de aranceles, pero en temas bélicos difícilmente el líder del país más poderoso del mundo puede recular de las amenazas ya lanzadas a Irán.

El hecho de que el tamaño de la respuesta militar iraní no haya sido lo que muchos imaginaban no significa que ese país no tenga el poder de infringir daños severos a sus enemigos.

Simplemente, puede descarrilar y con facilidad el proceso desinflacionario de Estados Unidos: basta con cerrar el Estrecho de Ormuz y así disparar los precios de los combustibles y el transporte.

Los precios de las gasolinas en Estados Unidos presentaron en mayo pasado una disminución mensual del 2.6% y acumularon una baja anual del 12 por ciento.

Esto compensó en la inflación general incrementos en otros productos, como alimentos y bienes importados.

Por el Estrecho de Ormuz transita el 20% del petróleo mundial y el 30% del gas natural y, si bien Estados Unidos ha sido un fenómeno energético que pasó de la dependencia del crudo exterior a ser un exportador de petróleo en menos de 40 años, los mercados internacionales se trastornarían por completo.

La encrucijada para Donald Trump es severa: no puede en los temas de la supremacía militar jugar al TACO comercial que ha sido; sería devastador, así que no puede retractarse sin consecuencias de su advertencia de, por ejemplo, evacuar Teherán.

Pero también, en el momento mismo en que salga el primer misil estadounidense desde un destructor con la bandera de las barras y las estrellas, cambiará la ecuación de incertidumbre en los mercados, con consecuencias globales y expansivas para todos los agentes económicos.

No es todavía para Estados Unidos una guerra inevitable, pero los caminos diplomáticos se han estrechado con la intransigencia de ambas partes: Israel no tiene manera de frenar su ofensiva sin decapitar el programa nuclear de Irán, y el régimen islámico no desiste de su bravucón y agresivo discurso antisemita y antioccidental.

Esta es una prueba de fuego más para el gobierno de Donald Trump.

La encrucijada para Donald Trump es severa; no puede en los temas de la supremacía militar jugar al TACO comercial que ha sido, sería devastador.

Enrique Campos Suárez