Transcripción:
"El transporte es el termómetro del país, es el indicador de los grandes cambios", para Enrique González, cada palabra pesa; no habla desde la teoría, sino desde más de tres décadas de experiencia en el sector del autotransporte, escuchando a clientes, encabezando cámaras y participando en las decisiones que moldean el rumbo del sector.
Ha vivido el autotransporte desde adentro: entendiendo sus retos, liderando su transformación y apostando siempre por su profesionalización.
Originario de León, Guanajuato, comenzó su carrera muy joven. Tenía apenas 17 años cuando empezó a dar sus primeros pasos en el mundo profesional, primero desde la banca, el transporte y la docencia.
"Con mis ahorros compré mi primer camión en una empresa familiar", contó a T21 con la calma que refleja la transparencia de sus palabras.
Entre 1988 y 1992 dio clases en la Universidad Iberoamericana de León en materias como microeconomía, macroeconomía, planificación financiera y moneda y banca. Más adelante, su camino profesional lo llevaría al transporte, un sector que lo apasionó.
En 1991 fundó, junto con sus hermanos, Express MG. Empezaron desde León, cuando no todas las carreteras estaban construidas y muchas entregas requerían más ingenio que infraestructura.
"Cuando llegamos nosotros al inicio, por ejemplo, en Ciudad del Carmen todavía uno de los puentes no existía. Aún así, las rutas se abrían paso", explicó.
El aprendizaje fue constante y el entorno siempre cambiante. "Algo que me gusta del transporte es que está en continuo movimiento, en continua evolución", dijo.
Por eso, desde sus primeros años, Enrique entendió que había que adaptarse y profesionalizarse para mantenerse vigente.
Pero no se quedó en su empresa. La necesidad de entender al sector en su conjunto lo llevó a involucrarse en la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en 2009 como delegado en León, y más adelante como vicepresidente (2013-2018) y presidente nacional entre 2018 y 2021.
"Yo dije que iba por un año de delegado... realmente hasta el 2021 que acabó mi gestión", comentó.
Además ocupó la vicepresidencia de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y también alcanzó la presidencia de la Comisión de Financiamiento, donde fortaleció su vínculo con los usuarios del transporte y reafirmó una idea que ha escuchado una y otra vez: el sector autotransporte genera admiración cuando demuestra que puede seguir profesionalizándose, modernizándose y alcanzando estándares de calidad a nivel mundial. Esa consistencia, dijo, inspira confianza.
Para Enrique González, ser transportista no se trata solo de tener camiones. "Una empresa grande no es la que tiene un camión. Una empresa grande es la que tiene orden y una visión de crecimiento", explicó.
Desde octubre de 2017, Enrique también lidera el Clúster Logístico y de Movilidad de Guanajuato (CLYMGTO), una plataforma donde confluyen empresas de transporte de carga, armadoras, distribuidores, agentes aduanales, aseguradoras y consultores.
"Aquí, a diferencia de una cámara nacional, lo que buscamos es potencializar y optimizar como sector", detalló.
Desde este espacio, con la mirada puesta en el futuro del gremio, encontró en la educación una forma tangible de transformar al sector.
En colaboración con la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Secretaría de Desarrollo Económico y organismos internacionales, impulsó la creación de diplomados dirigidos a directivos, empresarios y tomadores de decisiones del autotransporte. Él mismo lo resume con claridad:
"¿Y qué vamos a lograr? Ahora sí, porque o se gradúan los dueños de la empresa, o se gradúan los hijos de los dueños, o se gradúan sus directivos", resaltó dejando en claro la importancia de la profesionalización del autotransporte.
Las sesiones combinan teoría, visitas a empresas y metodologías prácticas, bajo la guía de docentes de estudios superiores. "La clase del viernes, mucha gente me habló de que qué buena clase", dijo, orgulloso de ver cómo los participantes no solo aprenden, sino que se involucran.
Este esfuerzo formativo no solo busca elevar la preparación individual, sino abrir puertas al sector completo: los diplomados cuentan con valor curricular y han comenzado a ser considerados para procesos de certificación, auditorías e incluso acceso a nuevos clientes.
Habla del bajío como una región interconectada, donde los estados comparten autopartes, productos agrícolas y talento. Por eso insiste en la importancia de trabajar de forma coordinada: "tenemos que trabajar de manera muy organizada todos los actores logísticos para ser eficientes", aseguró.
Y es que si algo ha aprendido en todos estos años es que el transporte nunca ha dejado de transformarse. Explicó que la pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después. La última milla, la logística consolidada y la digitalización se volvieron parte del día a día.
"El transporte nunca desaparece. Simplemente cambia", resaltó González.
A pesar de la intensidad de su agenda, Enrique González no descuida su vida personal. "Vivimos en León, comemos todos los días en casa", dijo con naturalidad, para expresar la importancia del tiempo de calidad con su familia.
Tiene tres hijos y una pareja que comparte con él la pasión por viajar. Aunque cada uno tomó su camino, todos, de alguna manera, terminaron vinculados al transporte.
"Yo a mis hijos a ninguno los obligué a dedicarse al transporte", subrayó. Pero el ejemplo terminó marcando ruta.
Durante su presidencia en Canacar fue reconocido entre los 100 líderes más influyentes del sector por T21, así como diversos reconocimientos de empresas y cámaras.
Sin embargo, lo que Enrique más valora no son los títulos ni los reconocimientos, sino los lazos que ha construido a lo largo del camino. Para él, tener amigos de toda la vida es lo que realmente le deja satisfacción.
Y si bien habla con la voz pausada de quien ha recorrido un largo camino, no deja de mirar hacia adelante. Cuando se le pregunta cómo le gustaría ser recordado, lo dice sin rodeos: "Ojalá me recuerden que soy coherente entre lo que hace y dice".
Una frase que condensa su forma de ser: directo, comprometido y, sobre todo, presente.
Y si tuviera que resumirse en una sola palabra, no duda: "Apasionado".
A lo largo de la entrevista, esa pasión se nota en cada respuesta. Enrique González no se vende como un líder perfecto. Habla de errores, aprendizajes, alianzas y tropiezos con la calma de quien ha estado en las buenas y en las malas del sector. De quien no solo sabe a dónde va el transporte, sino también por qué nunca se puede detener.