Transcripción:
La patria y la mujer indigena, representaciones en el arte
El investigador Luis Vargas analiza obras de Jorge González Camarena y reflexiona sobre las representaciones de la mujer mexicana; habla sobre el monumento que sustituirá al Colón
En estas fechas y ante los anuncios del gobierno de la Ciudad de México sobre la escultura que ocupará el espacio donde estaba el monumento a Cristóbal Colón, el tema de la representación de la mujer, de la indígena en particular, y de la mexicanidad —una mujer es quien encarna La Patria en la obra tan presente de Jorge González Camarena— es vigente y suscita diversas posiciones.
Luis Vargas Santiago, investiga dor del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, conciuye que la de Malinche “es una imagen oscilante que permite construir los discursos de la nación”.
Al abordar el tema de la representación de las mujeres indígenas, reflexiona sobre cómo esa representación ha oscilado en dos extremos: por una parte la alegoría: “una idea genérica, sin una identidad individual, que subraya el anonimato histórico al que han sido sujetas las mujeres” y, por otra parte, cuando esa mujer indígena tiene nombre y apellido es Malinche.
Para evidenciar esto hace una pregunta: “¿A cuántas mujeres indígenas, con nombre y apellido, encontramos en la historia mexicana?
El investigador, quien fue curador de Emiliano. Zapata después de Zapata, en Bellas Artes, es asesor y escritor en el catálogo de la exposición Traitor, Survivor, Icon: The Legacy of La Malinche, que en febrero de 2022 inaugurará el Denver Art Museum, que explora los significados de este personaje en la historia. “En la cultura chicana, Malinche se volvió un lugar de reivindicación de lo femenino”.
Él investigó las imágenes de Malinche a finales del siglo XX y en la primera mitad del siglo XX, en el arte moderno. En el proceso encontró una obra de Jorge González Camarena, Doña Marina y el Conquistador La Pareja (1964), donde están Malinche y Cortés, y más adelante advirtió otro detalle: la modelo de la pintura La Pareja es la misma de La Patria. La Patria es una pintura de grandes proporciones, de 120 cm por 160 cm, y es una imagen icónica del arte mexicano, fue hecha específicamente para los libros de texto: apareció en al menos 350 títulos y se imprimió en alrededor de 500 millones de ejemplares, entre 1962 y 1972, y en ediciones conmemorativas en 1992. La modelo en ambas obras es Victoria de Ornelas, joven tlaxcalteca, de la cual se enamoró González Camarena, y que fue modelo en otros de sus cuadros. Aunque la historia se ha relatado en varios artículos periodísticos, ella ha terminado por ser casi invisible. Sobre la presencia de la misma modelo en las dos obras, Luis Vargas analiza: “Me empezó a preocupar cómo Malinche y su reverso La Patria —si lo pensamos así— son los lugares de representación de lo femenino, donde, por un lado, cuando es una mujer que tiene rostro, apellido e historia, es tan problemática para la nación mexicana por una historia patriarcal que venimos padeciendo. Y, en cambio, cuando es positiva, optimista, es porque es una mujer alegorizada, anónima, borrada, y es el símbolo femenino cómodo para la nación”.
Explica que a diferencia de las obras de los primeros muralistas, las de los muralistas de la segunda generación “no nos cuentan la épica sino que nos dan símbolos muy digeridos, un adoctrinamiento sobre las ideas de la patria, y entonces necesitas el símbolo de esa mujer vestida con una toga clásica y elementos de la bandera, el escudo, o elementos de las dos culturas —el maíz, un jaguar, un capitel de la arquitectura griega—, la fusión del mundo occidental y el indígena”.
Las representaciones de Malinche
La imagen de Marina, Malintzin o Malinche ha tenido varios momentos de gran visibilidad y otros donde no lo es: “El primero, durante la Colonia, donde son imágenes bastante positivas, como un agente que posibilitó la Conquista. En el siglo XIX se vincula al liberalismo, a los mestizos que van a llevar los destinos de la nueva nación, es recuperada pero desde lugares cada vez más negativos, Malinche es entonces la madre de los mexicanos, por un lado, y por el otro, la traidora. La leyenda negra se va a reforzar en la Revolución Mexicana y la postrevolución, y vamos a ver una demonización de Malinche de manos de muralistas y de la novela postrevolucionaria; esto conecta con las ideas de Octavio Paz de Malinche como la Chingada... Para González Camarena no es buena o mala”. Concluye que de acuerdo con el momento histórico ha sido más visible o invisible.
Luis Vargas ve una composición similar en estas dos pinturas de González Camarena. En La Pareja (no está confirmado que esta obra vaya a la exposición a Denver) las figuras ocupan casi todo el espacio: “Los dos avanzan en pos, digamos, del futuro, atrás hay un fondo con estos influjos cubistas que usaba González Camarena; se dejan el capitel jónico, el águila. Lo interesante es el contraste entre Malinche y Cortés: él aparece cubierto por su armadura, y ella está desnuda, su cuerpo es el sitio donde se produce la nación, por la violación o la unión fecunda entre españoles y mexicanos. El rostro de Malinche es poco expresivo, perenne. Y también en el de La Patria; llama la atención que no haya representación de emoción. Ese vínculo entre lo anónimo y lo que tiene nombre me interesaron. Las obras de arte, sobre todo las que tienen que ver con el nacionalismo, se producen siempre a la luz de coyunturas políticas, ideológicas, ciertas maneras de mirar la historia. O son rescatadas o demonizadas a l luz de otras coyunturas”.
La mujer indigena en el arte
Frente al tema de la mujer indígena y el debate en días recientes, Luis Vargas se pregunta por qué es útil para este gobierno tener una mujer indígena, en lugar de Colón. “Ahí nos damos cuenta de los discursos maniqueos, de cómo se juega una historia que supuestamente es en clave nacionalista pero que está reinventado ciertas polarizaciones, de buenos y malos”.
El investigador reconoció el martes, en redes sociales, la importancia de que se replanteara la decisión de la escultura para la glorieta, y dijo que lo ideal sería que el Comaep convocara a una consulta ciudadana y que el proyecto fuera concursado.
Sobre por qué un monumento como éste, que se plantea como reivindicativo, debe tomar en cuenta a las propias indígenas, dijo: “Si se quiere pensar en una escultura reivindicativa de la mujer indígena se debe pensar quién está detrás de la obra, quién la puede hacer... una asignación colectiva, un monumento dinámico... En este contexto del monumento que va a sustituir a Colón, sí hay que cuestionarlo; si fuera en otro espacio tendríamos otra lectura. Hay muy pocos artistas indígenas contemporáneos, y menos aún mujeres indígenas contemporáneas; hay pocos productores plásticos. Este proyecto es una oportunidad para resarcir de forma más plural a las indígenas, a las comunidades artísticas, a los habitantes de la ciudad, todos deberían tener voz y voto”. e 500
MILLONES DE EJEMPLARES en los que
se imprimió
La Patria;
que también apareció en unos 350 títulos.
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Algunas de las obras que integrarán la muestra Traitor, Survivor, Icon: The Legacy of La Malinche, en 2022 en el Denver Art Museum son La Malinche Conquista, de María Cristina Tavera; La Malinche, (Young Girl of Yalala, Oaxaca) de Alfredo Ramos Martínez; y La Malinche Tenía Sus Razones (La Malinche had her reasons), de Cecilia Álvarez. => u Pa ; > E << PA uu > Zz ú o < ” ú A o ) ” 6 e [e] < 5
La Patria, pintura de Jorge González Camarena en la que retrata a Victoria de Ornelas (joven tlaxcalteca, de la cual se enamoró), se ha convertido en una imagen icónica del arte mexicano.
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También de González Camarena, La Pareja (1964), donde aparecen Cortés y Malinche, igual representada por la musa del artista.