Alberto Manzo, alcalde de Uruapan, dejó la diplomacia de lado. Según se filtró, Manzo instruyó a su policía municipal: "Delincuente que venga armado, se resista a ser detenido o agreda a la ciudadanía, hay que abatirlo, no tenerle consideración". Mientras en otros municipios se habla de derechos humanos, en Uruapan parece que basta con "verse sospechoso" para acabar a balazos.
Transcripción:
Alberto Manzo, alcalde de Uruapan, dejó la diplomacia de lado. Según se filtró, Manzo instruyó a su policía municipal: "Delincuente que venga armado, se resista a ser detenido o agreda a la ciudadanía, hay que abatirlo, no tenerle consideración". Mientras en otros municipios se habla de derechos humanos, en Uruapan parece que basta con "verse sospechoso" para acabar a balazos.
Esteban Moctezuma, embajador de México en DC, salió a celebrar una supuesta "victoria diplomática": evitar que en EE.UU. se aprobara una tasa del 5% a las remesas. ¿El detalle? Que en realidad sí se aprobó el impuesto, aunque con "rebaja" al 3.5%. Y lo más curioso es que Moctezuma y los senadores llegaron tarde al cabildeo clave.
En el gas algo huele a cambio (y no es una reforma). En el sector energético ya se habla de un "cambio de manos" en el negocio del gas LP. No se trata de una privatización formal ni de una reforma visible, sino de algo más discreto —y quizás más riesgoso—: un reacomodo silencioso que está dejando fuera a los jugadores históricos para abrir paso a nuevos operadores cercanos al poder. Empresarios del ramo denuncian bloqueos regulatorios y trabas administrativas, como si las decisiones estuvieran siendo tomadas fuera de las oficinas oficiales. Más que una política pública, parece una estrategia bien calculada para vaciar el mercado antes de llenarlo con nombres nuevos… y alineados. ¿Se están tejiendo alianzas energéticas desde fuera de la institucionalidad? Y es que no es descabellado, sobre todo cuando suena un paro técnico nacional para junio. El gas amenaza con incendiar más que las estufas.