Resumen:
Vayamos a hace más de una década. En medio de la efervescencia por el Mundial de Brasil 2014, la mirada política, económica y social se concentraba en el Senado de la República, al meterse todo el paquete de las leyes principales como secundarias en materia energética, desde los hidrocarburos hasta la red eléctrica.
Transcripción:
Vayamos a hace más de una década. En medio de la efervescencia por el Mundial de Brasil 2014, la mirada política, económica y social se concentraba en el Senado de la República, al meterse todo el paquete de las leyes principales como secundarias en materia energética, desde los hidrocarburos hasta la red eléctrica.
Se hablaron mucho de los beneficios, entre el capital por llegar, los empleos, la participación de las compañías de proveeduría, la repartición de la riqueza y muchos otros datos. El asunto fue que el sexenio de Enrique Peña Nieto ofreció demasiado y cuando entregó el poder a Andrés Manuel Lóepz Obrador no había nada.
Más allá de la política de la 4T, al revisar muchos contratos entregados sin un orden, objetivo y por supuesto, pruebas tangibles de un desarrollo, en Tamaulipas la algarabía al menos en el plano del petróleo, pasó a una terrible decepción.
En este lapso, a partir del 2015, empresas nacionales e internacionales aplicaron en la entidad cerca de 2 mil 500 millones de dólares, mediante 13 firmas (sobreviven 6 a la fecha), con licitaciones ganadas en las rondas de la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, pero sin sacar una sola gota de crudo en campos nuevos o de gas natural.
Un factor se dio la repartición de áreas exploradas por Shell, Chevron, Premier Oil, Repsol, Cnooc y otros, sin un previo análisis del real potencial de extracción. Todos fueron a zonas terrestres, aguas someras y profundas del Golfo de México, no encontraron nada comercial, entregaron las superficies y se fueron. Esto no lo previó ni lo reconoció la reforma.
A la fecha vemos a una pujante Woodside Energy, operador del proyecto más avanzado el campo Trión. Ha formalizado acuerdos con el gobierno de Américo Villarreal, como también considera a los alcaldes Mónica Villarreal, Erasmo González y Armando Martínez al tener su base de operaciones en la zona sur, a fin de impulsar acciones sociales.
Ayer, el Senado aprobó adecuaciones para impulsar a Pemex y CFE. El primero tiene en la mira reactivar campos e ir por aquellos abandonados aunque con más data y seguridad en sus aspiraciones. La iniciativa privada estatal podrá participar y eso, ante su crisis financiera, es una señal de alivio.